Insuficiente esfuerzo del Santa Marta ante el Atlético Astorga (2-3)

El inicio fue tímido. Pese a la diferencia clasificatoria, ambos equipos se disputaron el balón hasta que llegó la primera sorpresa del encuentro en forma de gol. Un saque de esquina raso pilló desfolocados a los tormesinos, dejando sin marca a Javi Amor, que entró hasta dentro y finalizó la acción con un fuerte disparo, sobrepasando las manos del portero.

El debut de Sabater no empezó como lo hubiese deseado, aunque dejó una buena parada en el minuto catorce de la primera mitad, metiendo la mano para evitar el tanto de Peláez tras recibir el cuero de un centro lateral.

El Alfonso San Casto tuvo razones para soñar. En los peores minutos del Santa Marta, una ocurrencia de Mito, transformada en misil desde veinte metros, levantó las gradas para hacer el gol del empate. La clave pasaba por tirar a puerta, pero los de casa tenían serios problemas arriba.

Pasada la media hora, nuevo error defensivo del Santa Marta, que se transformó en el segundo del Astorga. La acción, desastrosa, llegó de nuevo a través de un córner. Sabater se quedó clavado en la línea de gol y sumado a la falta de una respuesta por parte de los locales, Herrador apareció para rematar a placer. El Astorga, si no marcaba, creaba el casi en cualquier jugada de peligro. Nueva acción local que pasó por Mito, que volvió a disparar desde lejos, esta vez con menos fortuna, cerrando con esta acción la primera mitad.

Los de Alonso empezaron los segundos 45 minutos muy enchufados, como si de la supervivencia se tratase. Acción de ataque del Santa Marta, pase filtrado a Hachi y definición de diez para hacer el empate. Había razones para creer. Pasados diez minutos, nueva ofensiva del equipo rojo que acabó con un cabeceo desviado de Guille, alentando a la afición.

Poco duró la alegría para los de casa, que vieron a la hora de partido como el Atlético Astorga volvía a ponerse por delante, aprovechando que su rival presionaba arriba, trasladando el balón a Adri, que transformó su disparo en el tercero visitante.

Tocaba reaccionar. Desde luego la pierna derecha de Mito podría bañarse en oro. De una falta desde el círculo central hizo una ocasión peligrosa, disparando con fuerza al cuero, rozando la portería de Martín.

La recta final fue menos vistosa, viéndose manchada por varias interrupciones, provocaciones de jugadores visitantes y alguna acción dudosa. Los de casa, algo más dispersos desde este baile de sucesos, pecaron de inexperiencia. En el 83, Diego Alonso perdió los papeles y dejó al Santa Marta con diez, tras ver la segunda amarilla después de agarrar del cuello y tirar al suelo a un futbolista visitante.

Para cuando el Santa Marta quiso volver a meterse en el partido era ya demasiado tarde. Alguna llegada sin aparente peligro y un final precipitado por el árbitro, que debió añadir entre seis y siete minutos en lugar de los cuatro que decretó.