El CD Guijuelo suma un punto que no le saca de pobre (0-0)

Un Guijuelo poco ambicioso no pasó del empate ante el penúltimo clasificado. No mereció más el conjunto de Rubén Gala en un partido igualado a pesar de que Mario Robles pudo marcar el gol de la victoria en el tiempo añadido pero su cabezazo se topó con el palo. El Guijuelo está obligado a sumar de tres en tres y si no lo hace ante el penúltimo clasificado...

Los verdiblancos (en Torrelavega vistieron la indumentaria del jamón) empezaron bien el partido y tuvieron la primera llegada peligrosa. Fran López botó una falta con muy mala intención porque el balón botó antes de llegar a portería pero el cancerbero local Iván Crespo demostró tener muchos reflejos y desvió el esférico cuando ya se colaba en la portería. Esta jugada hizo reaccionar a los locales que se metieron de lleno en el partido y ya no dejaron que el Guijuelo estuviera cómodo en el resto de la primera mitad. La zaga chacinera no daba sensación de seguridad y los cántabros hurgaron en esa inseguridad al cuarto de hora con una gran jugada de Diego Campo en la que ningún jugador del Guijuelo le encimó.

La jugada acabó con una parada de balonmano de Johan al remate dentro del área del jugador local. Tres minutos después volvieron a crear peligro los locales con una falta que cabeceó flojo en el segundo palo el central Miguel Goñi. En estos minutos el Guijuelo no salía en ataque y su endeblez defensiva permitía que la Gimnástica de Torrelavega creara peligro. Así, pasados los veinte minutos de juego, Unai disparó raso y Johan Guzmán detuvo el balón en dos tiempos. Dos minutos después los de Rubén Gala volvieron a hacer gala de su falta de contundencia en defensa y dejaron que Alberto Gómez robara un balón y se sacara un remate raso que despejó un atareado Johan con apuros. En los últimos minutos del primer acto el Guijuelo equilibró el partido. No les dio a los chacineros para pisar el área rival pero, al menos, no permitieron que los locales siguieran creando peligro. De cara a la segunda parte, los de Rubén Gala debían ser más ambiciosos si querían llevarse los tres puntos de El Malecón.

Tras el paso por vestuarios el Guijuelo salió también bien, como en la primera parte. Pronto movió el banquillo Rubén Gala. En el minuto 49 Mario Robles saltó al campo en sustitución de Coque. Los salmantinos pisaban más el campo contrario aunque apenas creaban peligro. Por mencionar alguna acción destacada, a los ocho minutos de la reanudación el guardameta local Iván Crespo estuvo atento para blocar un centro chut de Morales que se envenenó y se colaba en la portería. Replicó la Gimnástica con un disparo alto de Alberto Gómez y minutos más tarde Johan Guzmán blocó un remate en el segundo palo de Tobar.

El partido se disputaba principalmente en la parcela central y las llegadas a las áreas escaseaban porque los dos equipos tenían mucho miedo a perder. El Guijuelo sufría menos en defensa que en la primera parte pero el empate tampoco le sacaba de pobre porque los verdiblancos deben sumar de tres en tres. Sin embargo, seguían jugando con muy poca ambición los de Rubén Gala y se mostraban demasiado timoratos ante una Gimnástica algo más valiente, lo que le permitía tener más situaciones peligrosas. Así, un centro de Rasines acabó en el lateral de la red y dos minutos después, en el 75, Johan evitó el gol local despejando con una buena estirada un disparo muy peligroso de Primo dentro del área. Rubén Gala siguió moviendo el banquillo pero no lograba cambiar la dinámica de un Guijuelo muy plano en su juego y sin presencia en ataque.

La estrategia del Guijuelo pasaba por mantener la portería a cero y encontrar una contra ganadora o anotar en una jugada aislada. Y el premio gordo estuvo a punto de llegar en el tiempo añadido con un testarazo de Mario Robles tras el bote de un saque de esquina que se estrelló en el poste. También Tobar pudo darle la victoria a los locales en el añadido pero Johan volvió a intervenir con acierto. Al final, justo reparto de puntos en Torrelavega, un botín insuficiente para el Guijuelo ante un rival directo en su lucha por salir de los puestos de descenso.

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