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El Guijuelo quiere, pero no puede, y este sábado sufrió una nueva derrota, esta vez por 0-1 contra el Pontevedra en el Municipal Luis Ramos. El equipo salmantino no hizo un mal partido, pero en esta categoría muchos de los encuentros se deciden por detalles y este no iba a ser menos: los guijuelenses dispusieron de varias ocasiones, pero volvieron a tener desviado un día más el punto de mira, mientras que el cuadro gallego, segundo en la clasificación del grupo, tuvo suficiente con acertar por medio del exchacinero Cambil en el minuto 33 para ponerse por delante y mantener la ventaja hasta el final del encuentro.
Queda en una mala situación el Guijuelo, penúltimo en la clasificación después de haber sumado únicamente 6 puntos en las nueve primeras jornadas. En las que sigue acusando su alarmante falta de gol, ya que únicamente van 6 dianas para ser uno de los equipos menos realizadores de todo el grupo. Seguramente los de Mario Sánchez merecieron más contra el Pontevedra, pero no encontraron la manera de reflejarlo en el resultado.
Y eso que los salmantinos comenzaron el partido bastante bien. Con intención y las ideas que después se fueron desvaneciendo a lo largo de los 90 minutos. Ya a los 6 minutos se produjo el primer acercamiento con cierto peligro después de una internada de Kike López por la banda derecha, con un balón que acabó llegando a la frontal a Cristóbal Gil. El andaluz intentó sacar a relucir su disparo, pero tras tocar en un defensa la pelota se fue a saque de esquina.
Estaba voluntarioso el Guijuelo, que sin embargo fue perdiendo fuelle hasta que dispuso de una nueva ocasión a punto de cumplirse la primera media hora de juego. Fue Garban el que lo intentó, pero su disparo con la derecha se fue a estrechar al lateral de la red.
Y como reflejo de que no le están saliendo bien las cosas en lo que va de temporada, en el minuto 33 llegó el golpe contra la línea de flotación. Ya por haber concedido un córner de manera tonta, pero tampoco se defendió bien y el balón acabó cayéndole cerca del punto de penalti a Cambil, que acertó a ponerlo con la izquierda lejos del alcance de Johan Guzmán.
El objetivo de sumar iba a ponerse más complicado todavía, porque si algo sabe hacer bien el Pontevedra es mantener la ventaja. Por si fuera poco, antes de llegarse al final de la primera mitad se rompió Kike López y tuvo que dejar el partido, siendo sustituido por Sillero al apostar Mario por jugar con dos hombres arriba.
La segunda parte volvió a ser un quiero y no puedo de los charros, a los que no se le puede hacer ninguna crítica por no intentarlo, pero sí por no tener acierto.
Sillero tuvo la mejor ocasión en el minuto 67, pero entre Edu Sousa y pareció que el palo evitaron que pudiera llegar la igualada.
En el tramo final del encuentro apenas hubo fútbol, porque de eso también saben mucho los gallegos, que hacen de cada gol que consiguen un auténtico botín para sumar gracias a los veteranos que tienen en su plantel.
Para continuar con las desgracias del Guijuelo, Boigues fue expulsado en los últimos minutos. Ni siquiera con uno menos lo dejó de intentar el cuadro salmantino, pero estaba claro que este sábado tampoco iba a ser el día. Ya en la última acción Pana fue el último en buscar el empate, sin fortuna.
No queda otra que seguir sin rendirse, y confiar que en algún momento llegue la recompensa.
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