El CD Guijuelo da un paso atrás por la permanencia en Escobedo (2-0)

Dura derrota del Guijuelo en Escobedo, donde cayó por 2-0 en un partido igualado en el primer tiempo, pero decantado en la segunda del bando cántabro con dos goles que dejaron sin respuesta al conjunto charro. Ante un rival directo en la lucha por eludir el descenso, los de Rubén Gala acudían con el propósito de dar continuidad a la victoria de la pasada jornada que rompió una racha de tres derrotas, pero tras no puntuar su situación se complica mucho, ya que quedan a seis puntos de la línea de permanencia que ahora marca provisionalmente el Escobedo.

Salió bien el Guijuelo al Eusebio Arce, donde todavía no cumplidos los cuatro minutos de juego buscó llevar peligro a la portería cántabra con un potente disparo de Yenerey desde la frontal del área que se marchó ligeramente desviado. Sin embargo, el primer latigazo ofensivo no tuvo continuidad y el duelo embarrancó en el centro del campo por largos minutos. Ambos lucharon por hacerse con las riendas del partido, pero ninguno de los dos lo consiguió en una fase de cortas posesiones ante la eficaz presión del rival, que no tardaba en recuperar el cuero y, no más allá de los tres o cuatro pases, volverlo a perder.

Con mucho respeto mutuo entre los dos equipos se llegó a la media hora de partido, momento que marcó un cierto despertar de los de Rubén Gala. Pana dispuso de dos ocasiones consecutivas, pero en la primera su peligroso remate dentro del área murió a manos del portero Laro Gómez y, en la segunda, su prometedora acción tras marcharse con habilidad a la media vuelta terminó en un disparo que no encontró portería, al dificultarle un defensor local el remate cruzado que el delantero gaditano del Guijuelo pretendía.

A una primera mitad igualada y de perfil bajo le siguió una segunda que repitió el guion inicial, con el cuadro chacinero acercándose pronto y volviendo a ser Yenerey quien dispuso de una ocasión que sin embargo no culminó. Pero también como había pasado en el arranque del partido, la aproximación inicial de los charros solo fue un espejismo. La batalla seguiría librándose en el centro del campo al menos hasta que uno de los dos equipos se adelantara y obligara al otro a dar un paso adelante.

Desgraciadamente para los intereses del Guijuelo, sucedió lo primero sin que fuera acompañado de lo segundo. Al paso por el cuarto de hora de la reanudación, el local Mateo hilvano una magnífica jugada por la banda derecha hasta ponerle un pase letal a Fermín, que no falló ante Johan y puso el 1-0 en el marcador. A punto estuvo de ser mayor la diferencia cántabra un minuto después, ya que nada más sacarse de centro la Unión Montañesa robó el balón, volvió a correr en vertical y, con papeles intercambiados, fue este vez Fermín el que centró para que la volea de Mateo oliera a gol, evitado por Guzmán con una buena intervención de puños.

Estuvo cerca del empate el Guijuelo en el minuto 72, cuando un balón colgado al área lo ganó por alto Carmona ante el portero local y su remate se estrelló en el poste, aunque su posición era dudosa y quizás de haber acabado dentro hubiera sido anulado por fuera de juego. Fue el último ramalazo charro antes que el Escobedo asestara el golpe definitivo al partido. Los de Samuel San José elaboraron una buena jugada colectiva que llegó a pies de Mateo, que como en el primer tanto volvió a ser el preciso asistente con un centro que esta vez Nacho, incorporado en el descanso, convirtió en el 2-0.

No perdió la compostura el Guijuelo, pero el resultado le hizo asumir ya que se marcharía de vacío de Escobedo y que el objetivo de salvar la categoría sería mucho más complicado a partir de ahora. Sin capacidad de respuesta en ataque, los minutos fueron pasando hasta el sonar del pitido final, que obliga ya a los de Rubén Gala a poner la vista en la siguiente jornada, en la que recibirá en el Luis Ramos a otro rival cántabro, el Rayo Cantabria.

Será el primero de los cuatro partidos en los que ya no valdrán las especulaciones, puesto que solo una racha victoriosa casi sin fallo evitaría una pérdida de categoría que ha tomado ya mucha forma tras marcharse de vacío del Eusebio Arce de Escobedo.