Entrenador nuevo no es victoria segura en el Salamanca UDS

La facilidad de Manuel Lovato para sacar el revolver a un técnico detrás de otro —un gran número de ellos de manera precipitada y, algunos, hasta de manera injustificada— desde su desembarco en el palco del estadio Helmántico ha provocado que su particular casuística con respecto al banquillo pueda a la clásica expresión que afirma que “a entrenador nuevo victoria segura”.

Es verdad que casi la mitad de las veces que el Salamanca UDS ha estrenado nuevo entrenador ha ganado: lo ha hecho en el 47 por ciento de las ocasiones. Lo logró María Hernández en sus dos etapas (Regional de Aficionados y Segunda RFEF), lo logró por partida triple Pablo Cortés (las dos veces que tomó el banquillo, una provisional y otra definitiva en la antigua Tercera; y también ganó en Segunda B); Dueñas (como ayudante de material), que tan solo lo ha logrado en una de las tres ocasiones que ha tomado las riendas del equipo, y Antonio Calderón en su segunda etapa.

Estos dos últimos técnicos suman dos de los tres empates que sumó el conjunto albinegro en el estreno de una nueva etapa en el banquillo del Helmántico, al igual que lo hizo Lolo Escobar (tablas ante el Deportivo de La Coruña), lo que supone el 20% del total de resultados cosechados tras el cambio de preparador.

El Salamanca UDS ha estrenado responsable en el banquillo con derrota en cinco ocasiones: Dueñas en su última etapa al frente del banquillo (en la que fue incapaz de ganar un solo choque de los 3 que dirigió), Sergio Egea, Larrazábal y José Miguel Campos en el estreno en Segunda B.

La primera derrota, que deshizo el hechizo del dicho popular, en el debut de un técnico se produjo en Tercera con el estadio Helmántico de testigo y el Real Ávila (escenario y rival de este domingo) y la tiene en su haber Calderé. El resultado fue 1-2.

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