El Santa Marta da la sorpresa ante el Real Ávila y se apunta a la permanencia (2-1)

El ritmo en la primera mitad lo marcó el Real Ávila, a esto le acompañó que jugaban sin presión con el balón en los pies. Las ocasiones de ataque, con el Santa Marta atrás, surgieron a partir del cinco de partido. Primero fue un acercamiento visitante que acabó cabeceando Ivi, sin peligro.

Era un día para aprender a sufrir. Ortega, portero local, saboreó la inseguridad en una mala salida del Santa Marta. Despejó raso por el centro un balón que recogió Sanz, y desde el centro del campo le pegó desviado.

Ortega volvió a ser protagonista, aunque para mal: salió en un balón largo cubierto por un defensor tormesino, chocó con un rival y este disparó algo descolocado a portería. El juego del Santa Marta pasaba por aguantar los ataques de caballería visitantes. Al menos, la solidez atrás estaba siendo clave para mantener el resultado.

Llegaron las ocasiones más claras del Ávila. Oli intentó encadenar un saque de esquina directa y su intento chocó con el poste. Se escuchó un “uy” lejano en las gradas. Los de Alonso estuvieron durante más de un minuto con diez, mientras Guille se retiraba al vestuario. Los tormesinos recolocaron posiciones y en una llegada, de nuevo del Real Ávila, de Mesa se desmarcó y disparó apurado desde la frontal del área. La recta final dejó la ocasión más clara del Real Ávila. Ortega se hizo grande y en una parada para recordar, desvió el balón tras un ajustado cabeceó de Ivi.

El Santa Marta pasó de ser el agua al aceite en la segunda mitad. Estuvo más activo, aprovechando que el Real Ávila dio un paso al frente. En la primera de peligro, Hachi marcó cátedra tras marcharse en velocidad, hacer un caño a un defensor rival ya con el meta vencido, filtró el cuero a la frontal y Tomi enganchó con un potente disparo. El San Casto, en el primer disparo del Santa Marta, se vino arriba.

La siguiente acción de peligro se convirtió en el segundo del Santa Marta. Estaban irreconocibles. La forma, a través de un saque de esquina al segundo palo que Gonzalo con poderío cabeceó para hacer el segundo. La fiesta se alargó y el Ávila tardó en reaccionar.

Hasta el 72’ no llegó la primera de peligro de los visitantes, algo adormecidos, con un centro lateral que Alberto Martín cazó para rematar. El partido parecía controlado. De repente, el colegiado vio algo más en un rifirrafe entre un rival y Joel y terminó mostrándole la roja. La acción encendió a la grada y los tormesinos debían acabar el encuentro con uno menos.

La recta final volvería a ser una clase de sufrimiento. Muy semejante a las contras del Madrid de Mourinho, el Real Ávila llegó al área contraria con un ataque rapidísimo que Ivi a punto estuvo de resolver, aprovechando que el meta estaba vencido. Tampoco pudieron hacer el gol en un lanzamiento de falta posterior. Sin embargo, recortaron distancias tras un buen balón largo que de primeras encadenó Alberto Martín para hacer el primero visitante.

El encuentro exigía mucho nervio porque el resultado estaba en entredicho. De nuevo, la afición murmuraba con otro ataque de los de fuera, era el último, con un lanzamiento de falta que rozó el palo. Al colegiado se le fue de las manos el partido y mostró amarillas innecesarias. Sin embargo, no afectó al resultado que acabó con victoria del Santa Marta en plena lucha por la permanencia.