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El Salamanca anoche apuraba las opciones para solventar económicamente la salida de Antonio Calderón y su cuerpo técnico y poder inscribir de este modo a María Hernández como técnico el domingo ante el Marino de Luanco. Las negociaciones entre Manuel Lovato y el cuerpo técnico saliente a última hora del jueves se desatascaron y se espera un acuerdo en las próximas horas.
Calderón y su cuerpo técnico (Manuel Robles, segundo entrenador, y Pepe Losada, preparador físico) le han comunicado al club que renuncian a cobrar el próximo año (tenían contrato hasta junio de 2023), pero a cambio piden que el club les ponga primero al día de los dos meses y medio que se le adeudan y después cobrar hasta final de esta temporada. El propio Manuel Lovato, presidente del Salamanca, se comprometió a abonarles esa cantidad, pero en pagos fraccionados. La garantía de pago era el principal obstáculo para el acuerdo, debido a que Calderón, Robles y Losada han experimentado retrasos durante toda la temporada.
A día de hoy se les deben los meses de diciembre y enero y medio mes de febrero. La jornada de negociaciones fuer larga y comenzó a primera hora del día, cuando Manuel Robles y Pepe Losada se presentaron en el Helmántico a la hora del entrenamiento a pedir la carta de despido al director general del Salamanca, Rafael Dueñas. A ellos, como a Calderón, el club no les había comunicado de forma oficial que ya no formaban parte del Salamanca.
A falta de los últimos detalles del acuerdo de pago, el salmantino María Hernández podrá ser inscrito a tiempo para debutar en el banquillo el domingo.
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