El Salamanca UDS cae con muy mala imagen ante el Marino de Luanco (0-2)

El otoño es esa estación que fusila al verano y en la que el Salamanca se hunde sin remedio cada año. No falla. Es ya una cuestión de calendario. El mes de octubre es una trituradora de ilusiones en el Helmántico. El Salamanca perdió 0-2 ante el Marino de Luanco con una muy mala imagen y confirmando que la crisis de un punto de los últimos nueve en juego ya es una realidad. Los de Antonio Calderón se vieron superados con muy poco del rival y mostraron una preocupante sensación de impotencia. Ha empezado el mes de octubre y las hostilidades han comenzado en la carretera de Zamora.

Salió el Salamanca con el traje más ofensivo que tiene en su armario. Tres centrales, dos carrileros y dos delanteros. Había que vivir en el área contraria. Todo se fue al traste cuando en el minuto 17 Ribeiro marcaba en propia puerta poniendo el 0-1 en un Helmántico que aunque no haya distancia sigue más que desangelado.

El Marino de Luanco tras aceptar de buen grado el regalo se replegó a aguantar sabiendo que a los salmantinos se les hace de noche a medida que se acercan a la portería rival. Carrasco, que acompañaba ayer a Ribeiro en punta, se mostraba como la solución que necesitaba la vanguardia de los de Calderón. Un balón suyo al palo, cuyo rechace también mandó, de nuevo, al palo Palomares fue un oasis que hacía despertar al Salamanca. Kristian tuvo un mano a mano con el portero en un rechace pero se le apagó la luz en el último instante.

Al descanso el Salamanca se iba triste, apagado y sabiendo que le iba a costar un mundo dar la vuelta a la situación. Ya saben, lo que viene siendo el otoño en el estadio Helmántico.

En la segunda mitad el Salamanca saltó al campo en busca de la remontada, desde el inicio las sensaciones eran muy opuestas a dar la vuelta al resultado. Los salmantinos tenían el balón, circulaban rápido, pero se atascaban en los metros finales. Además, empezaron a temblar las piernas con la presión del resultado y eso que el Helmántico estaba apático y callado. En el minuto 59 Steven encara la portería del Salamanca en una contra y se deshace con mucha facilidad de un Arencibia excesivamente blando para acabar fusilando a Javi Benítez. Mazazo total. Golpe definitivo al cuadro de Calderón.

La última media hora fue un compendio de un equipo impotente, que quería pero no podía y que ni tan siquiera llegó a inquietar a un ordenado y veterano Marino de Luanco que estaba muy cómodo en el estadio Helmántico con un 0-2 en el estropeado marcador del coliseo salmantino.