El Salamanca UDS, 18 meses sin presidente

El Salamanca UDS ha salvado la situación deportiva más crítica de cuantas ha vivido —salvo hecatombe propia y acompañada por goleada del Villarrubia—, ya que ni la permanencia conquistada en la última jornada en Vigo el primer curso, ni la zozobra con los técnicos la pasada campaña tuvo tan en el alambre al club del Helmántico, sin patrón al frente del barco.

La autogestión del vestuario, comandada por Lolo Escobar, ha sido la clave que ha permitido voltear una temporada crítica en la que, junto con los problemas iniciales en la tabla, se han agolpado problemas extradeportivos a mansalva: el bloqueo de la FIFA a dar nuevas altas de jugadores, impagos a la plantilla, impagos a proveedores y denuncias por este motivo...

Y en mitad del desastre interminable, Manuel Lovato, presidente del club desde hace tres campañas, no ha tenido tiempo —por mucho que insista en que confía y quiere hacer crecer este proyecto— para pisar una sola vez el estadio Helmántico esta campaña.

Esta situación de desgobierno es inédita en su mandato; pues el presidente azteca siempre había pisado Salamanca para comprobar de primera mano cuál era la situación del club. En la primera temporada estuvo en la recta final los 90 días de permiso de los que goza al año para estar en España para vivir la salvación de la categoría ‘in situ’, mientras que en la segunda estuvo en octubre.

Esta temporada ni en primavera ni en otoño ni en invierno. Nada de nada. En total, Lovato acumula 18 meses sin aparecer por las oficinas de la carretera de Zamora.

La última vez que pisó el estadio Helmántico no había pandemia ni había runrún con ella y estaban los Sotres, Hugo Díaz Ubis, Borja López... Y de esa plantilla ya no queda ni un vago recuerdo, tan solo Antonio Amaro, Sergio Molina, Uxío y Kristian siguen de la plantilla del curso pasado.

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