

Secciones
Destacamos
El CD Guijuelo cosechó su primer punto de la segunda vuelta en el coqueto campo de San Lorenzo de Laredo; mismo escenario en el que José Emilio Amavisca se alzó con el título de la Tercera División hace este curso 34 años. De ahí salió impulsado a LaLiga; y a ganar la octava con el Real Madrid, más dos títulos de Primera División con los blancos, otros dos de Supercopa y uno más de Copa del Rey ya con el Deportivo de la Coruña.
Un palmarés tan grande como la tipografía estampada de su nombre sobre el polideportivo anexo, hasta el punto de presidir todo lo que sucede en el modesto (pero impecablemente cuidado) campo del conjunto cántabro, donde nunca había jugado el conjunto chacinero. Que sabe, a base de bien, cómo este San Lorenzo. Tan pequeño y complejo.
Los balones al área son el recurso fácil. Y el Laredo, con razón, lo utiliza a base de bien. Y no solo eso, también apurar las líneas de banda para poner balones a la olla. Sobre toco con Carral. Hasta tres balones envenenados, tras conseguir zafarse de Flórez, logró enviar con un peligro más que evidente al área de Johan. El primero lo remató Santamaría cuando se había cumplido un cuarto de hora de choque y Johan lo blocó con solvencia; el segundo lo tocó como pudo el meta chacinero tras un nuevo intento de Álvaro en área pequeña; y, con el que se cerró la primera mitad, una doble ocasión en la que Carlos estuvo salvador.
Fue mejor a los puntos en la primera mitad el equipo de Iñaki Zurimendi. Que generó más peligro que el chacinero que se acercó a la meta de David Puras por chispazos y por las dimensiones del campo que por dominio y sometimiento. No hubo el empellón clásico superada la media hora de juego; eso se lo debió de llevar la primera consigo. El más claro de los acercamientos fue el que tuvo Giráldez en su cabeza a centro de Carmona, en el que Puras intervino de manera providencial con una parada de puro reflejo.
En la segunda mitad el CD Guijuelo reclamó la posesión del balón y jugar raseando; y por momentos consiguió dominar de cabo a rabo al conjunto cántabro que tuvo bastante con defenderse. Algo que hizo francamente bien, pues el conjunto de Mario Sánchez tuvo las mismas ocasiones contadas que en todo el primer tiempo.
De entre toda la gavilla de acciones ofensivas del conjunto chacinero destacó una contra en el primer cuarto de hora de la segunda parte, enhebrada por Carlos Rubén y que entre Carmona y Giráldez tuvieron opción de haber amarrado tres puntos. La defensa local hizo que al final solo sumara uno.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Iván Ramajo. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.