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A Lorenzo Santolino [piloto salmantino de la escudería francesa Sherco] el despertador de la cuenta atrás para su tercer Dakar se le ha encendido sin remisión: faltan 50 días para que se dé el pistoletazo de salida en Jeddah [Arabia Saudí] con el dorsal número 15 sobre la moto. “Parece que queda mucho y no, ya no queda nada. Lo que me queda son los últimos preparativos ya que el día 2 [de diciembre] parte todo el material hacia Arabia Saudí. Y, luego, como el año ha salido así vamos a intentar ir a Marruecos porque no he hecho nada de dunas desde el pasado Dakar”, explica.
–¿Le da muchas vueltas a la cabeza pensando en que puede arrancar el Dakar y que lleve un año sin pisar el desierto?
–Este año está siendo complicado por el coronavirus, no ha habido carreras, las carreteras están cerradas y lo único que he podido hacer es inventar entrenamientos, ya que o bien por el coronavirus o por los costes no hemos podido ir a ningún lado. El objetivo es ir a Marruecos una semana, pero a día de hoy me parece imposible.
–Cuenta que le ha tocado inventarse entrenamientos: ¿cómo asemeja las dunas de Arabia Saudí con la dehesa de Salamanca?
–Lo único que podemos hacer es entrenar la navegación por los caminos, eso sirve para tener agilidad de lectura de pilotaje, pero más allá de eso no podemos hacer nada más.
–El coronavirus, los costes, ¿qué es lo que hace que usted vea muy difícil tener al menos una semana de entrenamiento normal?
–El cierre del transporte marítimo. Yo a Marruecos puedo viajar como el resto de turistas siguiendo el protocolo del coronavirus. El problema que al no haber barco las motos no se pueden llevar. Y esa es la zona más viable para entrenar, porque el resto de opciones están o bien en Dubai o en Sudamérica, pero los costes en avión son imposibles de asumir. Imagínate que sale todo el material y luego el COVID te deja en tierra...
–Al margen del entrenamiento en el desierto, ¿qué es lo que más le urge?
–La verdad que tengo todo controlado; me queda hacer las maletas, acabar als cajas de material y suplementación... Tengo la intención de ir a Francia la semana que viene o la siguiente, para dejar todo preparado antes de que parta la caravana para Arabia Saudí.
–Su moto ya tiene fecha de vuelo. ¿Y usted?
–Pues no. Este año hay un protocolo especial, y estamos esperando porque hay la posibilidad de que volemos en chárter.
–El protocolo del Dakar por el COVID, ¿cómo es de duro?
–El protocolo es muy similar al del Tour y La Vuelta con los grupos burbuja. Nos tenemos que hacer un PCR al llegar, y ya nos han indicado que nos los harán en mitad de carrera cuando consideren oportuno. La verdad es bastante estricto y si dos integrantes de un equipo dan positivos, toda esa marca es expulsado de la carrera.
–Alcanza su tercer Dakar y ya no es ni un novato, ni le cambian el recorrido. Con toda la experiencia acumulada, ¿qué objetivos se pone?
–Aunque suene obvio: llegar a meta. No es el año para marcarse un resultado, porque al final no hemos tenido una preparación normal, no me veo como para decir que quiero estar en el Top 5 o 10. Sobre sensaciones, en Andalucía lo hice muy bien, pero mis rivales han tenido la posibilidad de rodar sobre dunas. Creo que la carrera me marcará el camino.
–¿Qué sabe del recorrido? ¿Qué cambia con 2020?
–Hemos visto una pincelada sobre lo que va a ser, ya que la presentación al detalle será la semana que viene. Esta edición se va a invertir las semanas: la primera será de dunas y la segunda se pasará por la zona de valles, de ríos secos que fue lo que pasamos primero el pasado mes de enero.
–¿Qué novedades presenta la escudería para el Dakar 2021?
–Pues vamos con el mismo equipo, la moto es la misma base que la del 2020... con sus evoluciones, eso sí. En cuanto a suspensiones creo que hemos dado un paso adelante.
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