El Guijuelo se derrumba ante el líder y dependerá de sí mismo en la última jornada para certificar el playoff (5-1)

El empate se mantuvo hasta el 36. Pibe aprovechó un lanzamiento lateral de falta —algo lejano— y perfiló su disparo al palo izquierdo de la portería de Johan, poco acertado con su intervención, metiendo el puño izquierdo sin suerte para los de Guijuelo. La polémica se agrandó con un gol polémico en el 45: el colegiado concedió erróneamente un saque de banda a favor del Arenteiro, Piojo quedó parado reclamando el balón, mientras que los los locales desarrollaron un ataque por la derecha que acabó controlando y enlazando con un semivolea Rafa Mella, provocando el segundo.

Los de Sánchez, ya en la segunda mitad, saltaron irreconocibles al verde del Carballino. El tercer gol en contra llegó en forma de castigo: un balón filtrado de Pibe para Escobar sorprendió a la defensa del Guijuelo en el 48’, vencida en el primer ataque de los de casa. Johan se estiró, sin fortuna, no pudiendo más que ver como Escobar se ayudaba de un mínimo control para colocarse con la portería vacía y seguidamente rematar. Los de Guijuelo se echaron arriba, sin sentido. El Arenteiro dio un paso al frente y terminó de finiquitar el choque con 40 minutos aún por disputarse.

Se pudo confiar en la remontada coincidiendo el primer gol del Guijuelo: Centro desde la derecha de Giráldez, Coque cabeceó, perfilando su remate al palo izquierdo de Adriá, desviando con poca fortuna la trayectoria del balón. La alegría duró lo justo. El líder se mostró más contundente y evaporó cualquier intención de los de Sánchez con un cuarto gol. El centro bombeado de Romay acabó siendo controlado por Markitos, mientras que solo ante el meta fijó su destino y envió el balón al fondo de la red.

Hubo hambre de gol en la grada y la sensación se trasladó al verde. La insistencia del Arenteiro se vio recompensada con el quinto y definitivo gol del partido. Markitos recibió el cuero, superó a la defensa, se marchó de Johan y cerró el resultado. Nada podía salir peor, hasta que Perea —apercibido en el 75— cometió una innecesaria falta que supuso la segunda amarilla, dejando a su equipo con uno menos en la recta final y borrándose del último partido de la competición, que puede decidir el pase al playoff.