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Domingo, 12 de diciembre 2021, 15:02
El sábado 11 de diciembre quedará marcado como una fecha triste para los amantes del tenis debido a la muerte de Manuel Santana. El conocido tenista español fallecía en Marbella a los 83 años, y desde La Gaceta queremos recordar su visita a Salamanca hace ahora 41 años.
El 19 de diciembre de 1980 se esperaba la llegada a la capital charra de Santana y José Edison Mandarino, ex tenista brasileño, para disputar al día siguiente un encuentro en el Primer Trofeo de Navidad Esterra en el Pabellón de los Deportes. Llegaron con retraso debido al temporal de lluvia y viento que azotaba esta zona y, una hora después de lo previsto, se inició una rueda de prensa en la que ambos tenistas contaron algunos detalles sobre su trayectoria profesional y su visita a la ciudad.
En ella, Santana trató diversos temas, ya que ese año había sido el de su retirada definitiva. Sin embargo, su vida continuaba ligada al tenis: acababa de ser nombrado capitán del equipo español en la Copa Davis, acumulaba ya cuatro temporadas como director de una escuela de tenis en Madrid y también había creado una escuela de maestría de tenis, para instruir a futuros profesores de este deporte.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo Manuel Santana supuso un antes y un después en la historia del tenis en España. Él fue uno de los mayores impulsores del deporte en el país, primero como carismático y talentoso jugador y, posteriormente, como fundador de escuelas para que las futuras generaciones continuaran el camino que él había abierto.
Ya en el terreno más personal, Santana recordó a Álvaro Romero-Girón, quien había muerto recientemente y era socio del Club de Tenis Velázquez, donde Manolo trabajaba como recogepelotas cuando solo era un chaval. Girón confió en él y le dio la oportunidad que necesitaba cuando solo era un adolescente para acabar siendo la leyenda en la que se convirtió, por lo que lo consideraba como su segundo padre.
Tanto Santana como Mandarino llegaron a Salamanca con sus respectivas esposas y se alojaron en el Gran Hotel de la ciudad. No faltó la polémica en su visita: el hecho de que el tenista cobrara 300.000 pesetas por venir a jugar hasta aquí fue muy comentado. Él intentó acabar con la controversia diciendo que “cuando un señor va a un sitio a jugar, es lógico que cobre”.
A la mañana siguiente, antes del partido, el deportista visitó a los niños de la Escuela de Tenis del Helmántico, y ya por la tarde se disputó el encuentro entre Santana y Mandarino, en el cual se impuso Manolo por 6-2, 3-6 y 5-3. Después, se jugó un partido de dobles entre Santana-Ricardo Lavandeira y Mandarino-Jesús Pereña, ganando por 8-2 la primera pareja.
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