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En el propio Colegio de árbitros de Salamanca son conscientes de la situación de su gremio: “La necesidad de colegiados es grande. Estamos mejor que en otras provincias, pero siempre nos vendría bien ser más”, apuntan fuentes de la Real Federación de Castilla y León de Fútbol [RFCyLF] a este diario.
En Salamanca el número de colegiados ronda el centenar esta temporada —el cupo no está cerrado—para hacer frente a 130 encuentros de media por jornada en la cantera (muchos de ellos requieren de desplazamiento en coche); más ocho encuentros en la Provincial de Aficionados cada fin de semana (donde también se ejercen labores de árbitro asistente: es decir, 24 colegiados movilizados solo para esta competición). Y, como remate, se debe de sumar la participación de colegiados salmantinos en categorías superiores (fútbol Regional y Nacional) hasta desembarcar en la mismísima Liga, donde Alejandro Estévez hace labores de técnico asistente.
Un cubo de Rubik de horarios y colegiados que ha llevado, a bote pronto, a tomar dos decisiones drásticas al Colegio charro: el primero, extender las designaciones entre los martes y los jueves para cuadrar agendas; y, el segundo, ‘lanzar’ a diez nuevos árbitros al ruedo con tan solo tres semanas de curso: “Lo normal es que se haga con tres meses”. De momento, el mal menor estas cuatro primeras jornadas en la base han sido los retrasos.
“Sin ti, no hay fútbol”, es la campaña de choque lanzada por la RFCyLF, en la que el charro Alejandro Estévez es imagen: “Ser árbitro es una de las cosas más maravillosas del mundo. ¡Anímate!”, trata de persuadir a los futuros árbitros para que acaben dando el paso. Lo cierto es que, desde la Federación, junto con los diez Colegios de Árbitros, se ha trazado un plan para recuperar una pieza “clave” a la que la pandemia dio una estocada de dimensiones considerables: en el total Regional se han perdido un 7,99 de árbitros desde la campaña 2018/19, según el último informe interno de 13 páginas al que ha tenido acceso este periódico.
En él se marcan dos objetivos: “Estratégico” y “Específico”. En el primero de ellos se trata de potenciar la captación de nuevos colegiados; mientras que en el segundo lo que se busca es “aumentar la relevancia y la imagen positiva del colectivo arbitral”. Con estas dos líneas de acción se persigue de partida “recuperar la cifra global de colegiados precovid” y, de manera secundaria, incrementar “en un 10%” el arbitraje femenino (hay motivos para el optimismo, en este sentido, ya que el crecimiento en este colectivo es del 78,85% con respecto a los datos anteriores al covid).
“Tras la situación de la pandemia, el colectivo arbitral ha sido el que más ha sufrido en sus cifras, no recuperando los datos previos”, dice la Federación. Los datos en Salamanca son claros: en la temporada de la irrupción abrupta del covid (curso 2019/20) eran 167 los colegiados con los que contaba, mientras que la campaña pasada el número de árbitros fue tan solo de 124. Estas cifras chocan de frente con los datos de inscripción de equipos: en Salamanca ha crecido la base hasta los 270 conjuntos y las 23 Ligas en juego. Por ello, “se demanda un crecimiento exponencial”. “El arbitraje reúne requisitos beneficiosos para la propia vida, como son el esfuerzo, la unión y el compañerismo”, dice el colegiado Casimiro Miguel Lucas en la campaña “sin ti, no hay fútbol”.
Si esta campaña no diera resultado en el corto y medio plazo, desde la Federación de Castilla y León se tiene claro: habría que recurrir a la figura del “arbitro colaborador”. Que se resume en un miembro del club (similar a la del delegado, pero formado específicamente en la labor arbitral) que se encargaría de dirigir los choques a los que los colegiados no llegaran.
Esta figura sería la encargada de dirigir los encuentros —tras haber recibido la formación de manera online de las reglas del juego—, y a la que se le proporcionaría la indumentaria, además de cobrar entre 16 y 25 euros según la categoría del encuentro dirigido, siempre en las instalaciones del club en el que ejerce esta figura. Así quedó reflejado en la circular 23 de la RFCyLF, en la que se trataba acerca de la inscripción de equipos para la temporada 22/23, y donde se dejaba claro a los clubes que “en el momento en el que por esta Federación se adoptó la decisión de establecer recibos unificados en las competiciones, asumieron el compromiso de proporcionar árbitros colaboradores que dirigieran las competiciones incluidas dentro de los Campeonatos Regionales de Edad”.
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