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El grave incidente con Roldán Alonso Bartol en el penúltimo choque de la jornada 20ª de Liga ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los árbitros: “O se para o vamos a tener que parar”. Suena muy fuerte contar que un ... colegiado, tras expulsar a un juvenil sintiera “miedo por su integridad física” y, que, como la Policía Local, personada en el terreno de juego, no podía garantizársela en todo el estadio decidiera cortar por lo sano, aplazar el encuentro que le quedaba y marcharse a casa (había llegado al recinto deportivo andando) escoltado por la pareja de agentes. Tan crudo, como tristemente real. “Después de la pandemia, no sólo en el fútbol, es palpable que tenemos un problema serio como sociedad”, reflexiona Gómez García, el boss de los árbitros en Salamanca. “Está pasando en todos los lados”, se tiran de los pelos de la RFCyLF conscientes de lo que el maltrato sistemático a los árbitros —esta temporada en el fútbol de Salamanca se ha insultado “zorra” a una colegiada por el hecho de ser mujer, se ha tenido que pulsar el botón del pánico para pedir calma en las gradas, se ha arrojado agua hasta un colegiado en categoría prebenjamín...— va a desencadenar en el desarrollo de la temporada. “La gente está en un nivel de exaltación algo fuera de lo normal. No nos lo explicamos”, apuntan desde el Colegio salmantino a este medio. “Es triste decirlo, pero estábamos mejor cuando se impedía entrar a la gente en los campos”, comentan en petit comité.
“Creemos que en el fútbol no hay mala gente. Pero no sabemos identificar qué pasa con alguien aparentemente coherente sea capaz de transformarse y se crispa y alborota de una manera que ya llega a un nivel inaguantable para nosotros. Estamos en un momento muy problemático, sobre todo porque tenemos incidentes desagradables todos los fines de semana”. “O paramos o se para o vamos a tener que parar”, insiste Gómez García. “Y no solo por nosotros”, prosigue, “también lo van a tener que hacer los clubes, que son gente que trabaja por el fútbol, y hay que ensalzarlos porque hacen una labor excelente y muy sacrificada, pero por desgracia hay gente que ni nos entiende, no entiende a sus propios clubes. Hay gente que directamente va al fútbol a insultar a todo lo que se mueve, se ha perdido el respeto, se están pasando límites y lo siguiente ya es algo mucho más serio y entonces nos lamentaremos”.
Muchos colegiados —Salamanca es una Delegaciones más potentes— ya han hecho buena la frase de Gómez García —“o vamos a parar”— y han decidido pausar su actividad: “Tenemos un buen número de arbitro, pero no vamos a ocultar que cada fin de semana tenemos más bajas y más problemas para hacer las designaciones de los partidos. Esto supone pedirle un sacrificio a la gente que no ha decidido parar. Es una evidencia que cada vez la gente pide más bajas y está con menos ánimos, va a llegar el día, no tan lejano, que no vamos a tener gente, y, luego, diremos es que los árbitros... Por 14 euros uno no se transforma en invencible dentro de un terreno de juego. La gente, sinceramente, tiene que reflexionar y empezar a pensar si merece la pena si merece ir con esa actitud a un campo. Si es que así no disfruta nadie... ”, explica Gómez.
La respuesta más próxima que encuentran desde la Delegación está en el Comité de Competición: “Las sanciones del Comité van ajustadas a reglamento, pero no son sanciones ejemplares. Con sanciones ejemplares se lo pensaban más, no puedes tirar agua a un árbitro y que te pongan 50 euros de multa que encima paga al club, que no tiene ningún sentido. Desde dentro nos tenemos que blindar”.
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