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Domingo, 7 de agosto 2022, 20:41
Salamanca sigue siendo un semillero de buenos futbolistas, pero la falta de referentes en fútbol profesional provoca que cada verano haya una fuga de talento a las grandes canteras de clubes de Primera y Segunda División. El Unionistas, el Santa Marta y el Salamanca siguen siendo un caladero para que los clubes profesionales puedan pescar jóvenes promesas.
Por cercanía y por poder económico, el Real Valladolid es el club que más ficha en el fútbol salmantino. Este verano hasta cinco futbolistas salmantinos se han incorporado a la cantera blanquivioleta. El meta salmantino Gonzalo Castillo ha cambiado las categorías inferiores del Real Madrid para jugar en el juvenil del Valladolid. Desde Salamanca este verano cuatro futbolistas han dado el salto al Valladolid. Antonio David Marín y Tomas Eduardo Cáceres, del Unionistas, pasarán a la fase de formación juvenil en el conjunto vallisoletano, mientras que Hugo Calvo y Víctor Barrio, del Santa Marta, jugarán en el cadete A y B del Valladolid, respectivamente.
Ya estaban en la cantera del Valladolid, Pedro Augusto (zamorano formado en la cantera del Salamanca), César López (portero del Unionistas) y Ángel Ramos, que en 2020 cambió las inferiores del Salamanca por el Valladolid y este año jugará cedido en el Unionistas.
Fuera de Castilla y León se irá Hugo Hernández (delantero zamorano que despuntó en la cantera del Salamanca) y es que ha firmado por el Elche para jugar en su equipo juvenil de División de Honor. En Cantabria, en la cantera del Racing de Santander, está Fer Muriel, producto de la cantera del Helmántico, mientras que el más destacado está siendo Ricardo Visus, de la factoría del Santa Marta, que está haciendo la pretemporada con el primer equipo del Betis y que se espera que juegue en el filial bético esta temporada después de haber estado cedido en el Córdoba.
Después han salido de canteras de primer nivel futbolistas como Javier Albín (formado en el Salamanca) o Jesús Boigues (cantera del Santa Marta). Albín ha ascendido a Segunda Federación con el Mallorca B, pero no ha renovado y ahora busca un filial o equipos de superior categoría. Boigues ha dejado el Rayo Vallecano B y ahora está a prueba en el Sanse de Primera Federación (rival del Unionistas).
Alejandro Hernández cambió el Santa Marta por el Villarreal, pero ahora ha acabado contrato con el conjunto amarillo y jugará en el División de Honor del Tudelano, junto al salmantino Alonso García, ex del Valladolid.
Educación y residencia. El hecho de que un prometedor futbolista de estas edades se tenga que ir fuera supone un gran cambio en él y en su familia, pero los clubes cada vez están más preparados para ofrecerles un ambiente adecuado. La oferta media de las canteras, exceptuando Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, es brindarles un centro educativo para seguir con sus estudios y una residencia donde tengan cubiertas todas sus necesidades con profesores de apoyo, inglés, lavandería y demás servicios. Además, se suele dar una ayuda económica a partir de unos 1.000 euros al año para costear viajes para ver a sus familias y demás. Evidentemente, esta ayuda económica en las grandes canteras se eleva considerablemente.
En el fútbol formativo los contratos hasta los 16 años son privados y no son vinculantes y es que el futbolista puede cambiar de equipo sin limitaciones. A partir de los 16 años, se firma uno profesional, aunque con un máximo de tres años de duración. Es a partir de los 18 años cuando un futbolista puede firmar un contrato de larga duración por los años que quiera. Esto le está sucediendo ahora a Gavi, del Barcelona. Tiene 17 años y el viernes 5 de agosto cumple los 18, por lo que el club culé está esperando a esa fecha para que la renovación ya pactada pueda ser por más de tres temporadas.
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