El Campeonato Doryoku vuelve a llenar Würzburg de jóvenes judokas

866 deportistas entre los 4 y los 16 años, de Salamanca capital y provincia, Ponferrada y Madrid, practicando judo en el pabellón de Würzburg. Eso es lo que ocurrió este domingo en la X edición del Campeonato Doryoku-Irene Martín Ruano, con judokas, técnicos, voluntarios y jueces volcados con la causa.

Por parejas, los cerca de 900 deportistas -con 40 jueces y 150 voluntarios- tuvieron la oportunidad de mostrar a los jueces todo lo que han aprendido en los últimos meses, recibiendo su nuevo cinturón a modo de graduación.

Entre los participantes, tres niños del colegio de la ONCE en Madrid, con la presencia de la seleccionadora del equipo paralímpico, porque en el Doryoku, una vez más, han apostado de manera firme por la inclusión, dando cabida a participantes con TEA y discapacidad intelectual.

Los organizadores, con Fernando Díaz a la cabeza, calculan que pasaron por el pabellón de Würzburg unos 2.000 aficionados durante los cuatro turnos en los que se dividieron las exhibiciones y ejercicios, “con un homenaje a nuestra pequeña Irene”, recuerdan, y un sorteo de numerosos regalos, además de la entrega de tarjetas y nuevos cinturones a todos los judokas. También tuvo un detalle el Club Doryoku con la Federación de Judo de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca, que recibieron Vicente Zarza y Almudena Parres.

El director técnico del Club Doryoku hacía, como no podía ser de otra manera, una valoración “muy positiva. El campeonato se consolida como el campeonato más multitudinario de Castilla y León, con un formato diferente. Los judokas ven reflejado que el esfuerzo merece la pena, y premiamos el trabajo en equipo. Cada pareja ha podido demostrar ante un juez todo lo que han aprendido”.

La evolución del Campeonato Doryoku es tremenda: en la primera edición, en 2014, participaran algo menos de 200 judokas y este domingo han sido casi 900. Y lo que queda, porque volverá el año que viene.

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