La jornada bajo mínimos en el fútbol base no ha impedido que se hayan registrado incidentes de gravedad, pese a que solo se han disputado choques juveniles y prebenjamines.
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En este sentido, en el encuentro de la Tercera División juvenil disputado en el Genci de Villares se produjo la pelea entre jugadores más desagradable de lo que va de temporada.
En el minuto 77 de encuentro los jugadores número 3 y 11 de ambos conjuntos se liaron a patadas y puñetazos aprovechando un parón en el juego. Tras un breve intercambio dialéctico por rencillas del juego, ambos jugadores comenzaron a zarandearse a empujones. Y de ahí se pasó a los puñetazos y las patadas.
Pese a que los compañeros y el árbitro trataron de sofocar el incidente, lo cierto es que tardaron en conseguirlo. De hecho, en esos instantes de tumulto el jugador del CD Salamanca cayó al suelo fruto de uno de los puñetazos y fue molido a patadas en el suelo.
Ambos jugadores vieron la tarjeta roja por pronunciarse de manera violenta. Y pese a la brutalidad de los golpes ninguno de ellos requirió asistencia médica.
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