El ciclismo salmantino, esperanzado con volver a la élite

Adrián López, Vega Iglesias, Elena Rosquete o Álvaro Bueno son sólo algunos de los nombres que integran equipos salmantinos de ciclismo, y que, durante esta temporada están abonados a los triunfos. Ellos y otros de sus compañeros se empeñan en demostrar fin de semana tras fin de semana que la cantera de Salamanca está «de vuelta». «Hemos dado paso agigantados en el nivel de la cantera en las últimas temporadas, cada año los jóvenes de nuestros equipos tienen más nivel, y lo vemos también en las competiciones nacionales», reflexiona en este sentido el máximo responsable de Promesal, Oche Alonso. «Llevamos más de seis años trabajando en el ciclismo base en nuestro equipo, y ello se está viendo reflejado en los actuales corredores cadetes», reconoce Oche Alonso.

Promesal echó a rodar en 2015. Y, a lo largo de este tiempo, ha hecho fuerza en busca de que el ciclismo local vuelva al pelotón con el resto de escuelas que conviven en Salamanca: Salamanca es ciclismo, Salmantina de Ciclismo y Escuela Bejarana.

El futuro es esperanzador por el número de clubes, de liciencias y tras las numerosas jornadas exitosas que han dejado patente el crecimiento y la pasión por el ciclismo que sigue latiendo en Salamanca: «Confío en que algunos de los que han salido de nuestra escuela, en unos años, se conviertan en profesionales, aunque actualmente es complicado ubicar un campeón en ciclismo que salga de la provincia», concluye Alonso.

La lista de grandes ciclistas de Salamanca se extiende desde Agustín Tamames (ganador de una Vuelta a España en 1975) hasta desembocar en Moisés Dueñas (pasando por Cubino, Santi Blanco, Heras o Eladio Jiménez). El bejarano fue el último ciclista local en hacerse un hueco en la élite, llegando incluso a disputar el Tour de Francia. Con su adiós en 2008 el ciclismo charro se despidió sine die del pelotón internacional. Ya han pasado 15 años...

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