Almería
Arribas (3')
1
-
3
Real Madrid
Bellingham (19', 60'), Vinicius (73')
El Real Madrid ha comenzado la Liga activando el modo campeón. Eso significa controlar los partidos, ser efectivo arriba y ganar a domicilio. Y de momento, dos de dos. Los blancos volvieron a mostrar en Almería una versión muy seria que les permite lograr su segunda victoria en el campeonato gracias a los goles de un Bellingham de nuevo estelar y un Vinicius que se estrenó esta temporada.
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Se dejó sorprender el equipo blanco nada más comenzar el partido. Tras una acción a balón parado a favor de los madridistas, el meta almeriense Maximiano sacó rápido buscando la velocidad de un Robertone que salió en carrera por el costado izquierdo hasta llegar a posición de centro. En el segundo palo apareció Arribas para, libre de marca, anotar de cabeza. El canterano madridista no quería celebrar el tanto ante el club de su formación, pero en silencio se reivindicaba ante la falta de oportunidades sufrida en la casa blanca. La maldición del ex castigaba a los de Ancelotti.
Pese al varapalo inicial, el Real Madrid no se inmutó. Los blancos agarraron el balón y empezaron a proponer en busca del empate, que no tardó en llegar. Bellingham ha aterrizado de pie en la Liga. El inglés iba a ser el encargado de igualar el marcador gracias a esa pizca de suerte que tienen los mejores. Si en San Mamés la fortuna le sonrió en el remate que sorprendió a Unai Simón, esta vez iba a ser el talón de Akieme el que le iba a habilitar y dejarle en posición legal antes de chutar a portería.
El gol, unido a la pausa de hidratación, cortó el ritmo del Real Madrid. Lejos de ver a un conjunto madridista volcado en busca del segundo, se mostraba un equipo atascado y que sufría ante los ataques insistentes del Almería. Los blancos no estaban cómodos y Lunin se convertía en protagonista ante los buenos minutos locales. En pleno debate en la portería tras la llegada de Kepa, el portero ucraniano firmaba hasta tres intervenciones de mérito para sujetar a su equipo, evitar el gol del Almería y mandar un mensaje con varios destinatarios. Primero a Ancelotti, después a su nuevo rival por la titularidad y después a los jugadores del Almería, que ya sabían que no sería fácil volver a batirle.
Antes del descanso, y ya con el tiempo de añadido casi cumplido, llegaría una nueva jugada polémica que iba a acabar con un gol de Kroos anulado. El alemán recogió un balón en la frontal que envió a la red con un disparo con marca registrada: con el interior del pie, con rosquita y pegado al palo. Pero rápidamente Sánchez Martínez se llevaba la mano a la oreja para atender a la llamada del VAR. El monitor le enseñó una falta de Carvajal sobre Akieme en el inicio de la jugada. El árbitro anuló el tanto y mandó el partido al descanso con tablas.
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Una de las jugadas polémicas del encuentro sucedió justo antes del descanso. Kroos batió a Maximiano con disparo desde la frontal, pero el árbitro acudió al VAR para revisar una posible falta en el arranque de la jugada. Tras mirar el monitor decidió pitar la infracción y anular el gol del alemán.
Antes de ello, en el gol del empate madridista, el VAR también revisó la posición de Bellingham, que estaba habilitado en el momento de recibir el balón.
La segunda parte iba a servir para confirmar algo ya se intuía: Bellingham es un auténtico crack. Uno de esos jugadores llamados a marcar una época. Un elegido. Uno de esos de los que se dice que «han nacido». Llegados al minuto 60 de juego el inglés voló más que nadie para empujar de cabeza a la red un pase de Kroos dibujado con escuadra y cartabón. El '5' blanco celebraba haciendo con su mano el gesto de hablar. Sí, seguro que estaba escuchando a los aficionados blancos celebrar su llegada al club.
Con el marcador a favor, los blancos se liberaban para jugar con más soltura y llegar con más facilidad a la meta rival. La solidez mostrada por Rüdiger atrás ayudaba a ello. El alemán firmó una gran actuación mostrándose prácticamente insuperable en cada uno de los duelos que disputaba frustrando las acometidas de los delanteros almerienses. Y por si acaso, Lunin volvía a mostrarse seguro cada vez que le tocaba intervenir.
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Al igual que en San Mamés, Bellingham volvió a demostrar que es el jugador líder del Real Madrid en este arranque de temporada. Apareció para empatar primero el partido y luego para adelantar a los blancos en el marcador. También asistió a Vinicius en el tercero.
Llegaría entonces el momento de Vinicius, que se sumaba a la fiesta. Eso sí, Bellingham también dejaba su sello en el tercero con la asistencia al brasileño, que dentro del área se giraba para mandar el balón a la escuadra de la portería. De primeras parecía un golazo. Con la repetición se aprecia que se ayuda con un toque en un defensa. La suerte de los cracks, otra vez.
Con Modric y Camavinga en el campo Ancelotti refrescó la medular para llevar los últimos minutos a su terreno y no sufrir un susto de última hora. De hecho estuvo mucho más cerca el cuarto de los madridistas que el segundo de los almerienses. Carvajal, Brahim o Fran García tuvieron en sus botas ampliar un marcador que entrega al Real Madrid tres nuevos puntos fuera de casa para seguir en lo alto de la clasificación.
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