![Silvia Domínguez, 600 batallas en el Avenida: “Los que nos daban por muertos ahora están preocupados porque hemos renacido”](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2023/03/03/enterevista-silvia-dominguez_1-4424382_20230303155700--1200x675.png)
![Silvia Domínguez, 600 batallas en el Avenida: “Los que nos daban por muertos ahora están preocupados porque hemos renacido”](https://s2.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2023/03/03/enterevista-silvia-dominguez_1-4424382_20230303155700--1200x675.png)
Secciones
Destacamos
Silvia Domínguez (Montgat, Barcelona, 31 de enero de 1987) se considera una salmantina más, después de trece temporadas en la ciudad y de alcanzar los 600 partidos con el Perfumerías Avenida. Viniendo de un encuentro en la Junta representando al club junto a Jorge Recio, ... habla de su relación con el Avenida y la ciudad, de su faceta de madre, y de lo complicada que ha sido la temporada, aunque ve el futuro con optimismo: “Llegan los momentos importantes y hemos renacido”.
Ha cumplido 600 partidos oficiales en el Avenida. ¿Qué siente?
—Está siendo una temporada de redondear números. Estos 600 con el Avenida, hace unos días 500 en competiciones FEB... Todo pasa muy rápido, pero es una buena señal que esté a gusto y disfrutando de esto.
¿Qué significa para usted el Perfumerías Avenida?
—Todos lo sabéis. Son ya trece temporadas, casi toda mi carrera. Siento que le debo mucho al club y que me ha dado mucho. Y, como digo siempre. este es el lugar en el que más feliz he sido jugando.
No es solo el club, también Salamanca.
—Me considero una charra más. Me adapté muy bien a la ciudad y paso más tiempo en Salamanca que en mi ciudad natal, y eso quiere decir mucho. Me siento ya de aquí, una salmantina más.
¿Y cuántos partidos más van a ser?
—No lo sé. Ahora sí que estoy en un momento de ir planteándome poco a poco que cada vez está más cerca de ser jugadora, pero por ahora me siento bien. Este año ha sido un poco difícil a nivel de lesiones, pero soy profesional desde los 17 y me siento afortunada respecto a eso. Aunque este año haya sido un poco complicado no significa que el nivel físico no sea el máximo.
Ya que habla de retirada, aunque todavía no esté cercana. ¿Será en Salamanca?
—Está claro que es algo que considero porque llevo aquí muchos años y soy importante, pero iremos viendo cómo se desarrolla todo. Sé seguro que quiero jugar un año más y me voy a plantear todo temporada a temporada, pero ojalá que pueda ser en el Avenida.
¿Cómo se mantiene a los 36 años la ilusión de ir a entrenar cada día?
—Es como todo: o te apasiona lo que haces o no. Para mí es fácil el día a día. El único sacrificio que implica es a nivel personal, porque al tener un hijo muchas veces me pierdo cosas. Esta misma temporada, tendremos partido europeo el 14 de marzo en Praga y me perderé su cumpleaños. Son cosas que implican un sufrimiento enorme y hay momentos en que lo piensas... pero si te apasiona siempre encuentras la recompensa y el motivo por el que haces el sacrificio. Poder estar dedicándome al baloncesto es un lujo.
No debe ser fácil llegar a su edad y seguir siendo tan importante en la pista. ¿Cómo lo consigue?
—Con los años te vas dando cuenta de que eres importante en la cancha, pero también en cómo puedes ayudar desde fuera, porque también lo es. Ayudando a las compañeras, preocupándote de la adaptación de las que llegan nuevas, estar a disposición de cualquiera... Es importante que la gente de tu alrededor pueda agradecerlo. Tengo una manera particular de ver el baloncesto, no como entrenadora, pero sí que me gusta analizarlo y a veces los técnicos me preguntan cosas sobre sensaciones o aspectos tácticos y eso es importante para mí. Muchas veces me habréis visto en un partido, no en la pista, pero casi pisándola diciendo cosas.
Son 600 encuentros con el Avenida, a los que hay que sumar los del Barcelona, Estudiantes, Ros Casares, Ekaterimburgo y la selección española. ¿Imaginaba algo así cuando empezaba?
—Para nada. Si con 17 años me hubieran dicho: vas a jugar casi 1.000 partidos como profesional no me lo hubiera imaginado, ni tampoco estar jugando todavía a los 36.
El club no se puede entender ya sin Silvia Domínguez y ha estado en casi todos los momentos gloriosos. ¿Ha sido esta la temporada más complicada?
—Cada campaña siempre hay algún momento en el que piensas que es la más dura. Si hablamos de esta, es verdad que ha habido muchas pequeñas cosas que la han hecho muy difícil. La lesión que me tuvo un mes fuera, jugadoras que se van y tienen otras aunque eso no es una novedad... Pero la marcha del equipo y la dinámica quizá sí que la han hecho más complicada, es una realidad. Ahora estamos en un buen momento y hay que seguir trabajando en esa dirección porque llegan los momentos importantes para seguir siendo el Avenida de siempre. Estamos vivas en todas las competiciones. Hace unas semanas lo hubiéramos visto de otra manera y el partido de mañana (la entrevista fue realizada el martes) nos dirá a qué podemos aspirar. Tendremos los cuartos de final, la Copa en un mes y después el playoff de Liga. Estamos a tiempo para todo. Nos daban un poco por muertas, pero esos mismos ahora empiezan a preocuparse porque estamos renaciendo.
Las compañeras, los entrenadores, Jorge Recio... Todos hablan de usted como la mejor capitana posible. ¿Qué significa escuchar eso?
—Al final, siempre intentas dar lo menor como jugadora, pero es más importante hacerlo como persona. Eso es lo que he intentado siempre y creo que he evolucionado mucho en eso. No tiene nada que ver ser capitana con veintipocos años que ahora después de muchas batallas. Creo que he cambiado mucho para mejor. A veces diciendo cosas que no son agradables pero sí necesarias, y otras veces dando una palmadita a quien lo necesita. Analizando las situaciones y sabiendo cómo tienes que actuar.
¿Qué significa tener al presidente tan implicado en el día a día después de todo lo que ha pasado?
—Se agradece muchísimo que esté mucho más cercano. No solo por verle en los entrenamientos, sino porque podemos hablar con la persona que está al frente y que es uno más que está con nosotras. Vemos a Jorge en esa faceta y es algo muy importante y que hace que el futuro sea muy interesante.
Le preguntaba antes por Salamanca. No habrá muchas ciudades en las que una jugadora de baloncesto sea alguien tan conocida.
—Es verdad que cuando vine por primera vez en 2006, si me hubieran dicho que iba a pasar aquí trece años no me lo hubiera imaginado. Soy de Barcelona y siempre piensas en volver a casa, pero siento que mi casa está aquí. La gente por la calle me trata como a una salmantina más. Gente que sigue habitualmente al Avenida y otra que no, que no van a los partidos. Me dicen: cuando te retires te vas a quedar aquí haciendo lo que sea. Y es una opción.
¿Y cuando llegue esa retirada dónde veremos a Silvia Domínguez?
—No te puede responder. No sé ni dónde estaré ni en qué estaré metida. Supongo que iré viendo las oportunidades que se puedan ir abriendo cuando deje de jugar, nunca sabes qué cosas te va a traer la vida. Tengo que pensar en algo que me ilusione.
Aunque nunca deja de ser jugadora y madre, ¿le queda tiempo para hacer otras cosas?
—Cuando puedo, y como puedo, estoy con un máster de Gestión Deportiva. Quiero tocar un poco lo que se mueve en este mundo y decidir qué es lo que me gusta, por si en el futuro quiero montar alguna cosa o formar parte de una entidad. Y por eso quiero conocer el deporte desde el otro lado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a Alex G. Santana. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.