Noche de verdadero terror para el Avenida: cae ante el Basket Landes 69-48

El Sweet Caroline de Neil Diamod tiene un significado especial en Würzburg. Sin rebuscar mucho en la memoria, la canción te lleva a ese Avenida inmediatamente posterior a la pandemia de covid, que dejó un bagaje inmarchitable en España y que, como guinda, logró dos clasificaciones seguidas para la Final Four. La tercera y la cuarta, dicho así en plan Copas de Europa del Real Madrid. En el pabellón Francois Mitterrand de Mont de Marsan (Francia) lo volvieron a hacer sonar para levantar el telón de la quinta jornada de fase de Grupos de la Euroliga. Qué bien, ¿no? Pues resultó ser que no; de verdad, que no pudo ser peor el reencuentro con la sintonía de los últimos éxitos conquistado por la escuadra azulona. Pues en lugar de soltar al equipo recordando sus propias gestas, de partida lo que trajo fue un primer cuarto de noche de terror; pero del duro (del gore, que se dice en el argot), encuadrado en el mismo rango que Saw. El equipo estaba mimetizado con el día de Halloween, de todas, todas.

A Pepe Vázquez se le salían los ojos de las órbitas y se le descoyuntaban los hombros cuando con tan solo 4 minutos y 20 segundos tuvo que pulsar el botón del pánico del tiempo muerto porque su equipo caía de 11 puntos (13-2). Lo que vino tras la charla no fue mejor, de hecho, empeoró lo visto. La distancia entre equipos en el marcador se fue hasta un insalvable 18-2, que resultó definitiva, visto el global del encuentro, para dar la estocada al Perfumerías Avenida. Que eso sí, le puso tesón al intento de remontada nada más verse 16 puntos abajo. Uno a su favor le rascó al Basket Landes gracias a la aparición de Sika Koné tirando del carro en lo que restó de cuarto (hizo 7 puntos de la nada: Leo, Andrea y Çakir fueron las otras anotadoras), para dejar el marcador en un 28-13.

Con quince puntos de diferencia, por tanto, arrancó el segundo periodo. Y, de nuevo, con quince a favor de las francesas (45-30) se cerró. Y eso que el Avenida pareció levantarse de la lona con cierta vergüenza torera en el inicio del segundo periodo con un parcial favorable de 10-0, que nos llevó hasta el 32-25. Una distancia justificable, entendible y hasta remontable por lo que restaba todavía por jugarse (25 minutos); pero, sin embago, otra vez los fantasmas del arranque de partido se le aparecieron al equipo de Pepe Vázquez, que tiró por la borda ese trabajo, en el que Andrea Vilaró había sido la mejor sumando 8 puntos, hasta volver a la casilla de salida. El técnico gallego negaba con la cabeza, mientras se tapaba el gesto de la cara con las manos.

«Si defendemos de verdad, lo podemos conseguir», fue lo siguiente que se le escuchó decir al preparador gallego. Quedaban 20 minutos para arreglarlo. Y, aunque el equipo cumplió con lo dicho por el técnico gallego antes de arrancar el cuarto (tan solo encajó 13 puntos), en este punto se le apareció al Avenida la alargadísima sombra de Fasoula. Desde que la griega falta las charras no han sido capaz de sacar adelante un solo partido de Euroliga. Tan solo 11 puntos en el tercer periodo que dejaron el marcador 58-41 en contra. El último periodo fue testimonial. Y la diferencia se acabó yendo hasta el 69-48 final. Para más inri Salvadores fue MVP con sus 13 puntos. «Qué tiempo tan feliz», tocaba la charanga ubicada en el fondo del pabellón de Mont de Marsan. Qué cachondos.

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