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Vilaró celebra con rabia

¡Memorable triunfo de Avenida ante el Valencia Basket (76-73)!

El conjunto de Montañana se levanta de la lona de manera heroica tras el descanso y pasa de perder por diez puntos ante el líder de la Liga a ganar por 3

Iván Ramajo

Salamanca

Domingo, 9 de marzo 2025, 14:57

El Perfumerías Avenida ha conseguido frente al Valencia Basket un triunfo que será muy difícil de olvidar en Würburg por la reacción antológica de las de Montañana tras el paso por vestuarios. De ir perdiendo de 10 a acabar haciendo hincar la rodilla al líder de la Liga Femenina por 76 a 73. Un triunfo que más que lo que vale en sí de cara a la clasificación es una llamada en toda regla a la ilusión de cara a la inminente Copa de la Reina.

Ya el primer cuarto había tenido todos los ingredientes de un gran partido. Fue un cuarto de Euroliga en toda regla. Por esa intensidad y acierto necesario en las dos canastas que hicieron meterse de lleno a las tres mil almas que desbordaban Würzburg a las primeras de cambio. Koné le cogió las costuras a la enorme Alexnader en el salto inicial para entregarle la primera bola a Avenida. Sin embargo, la primera canasta fue obra de la torre del conjunto valenciano. El equipo de Montañana encajó ese primer golpe sin enmendarse. Jespersen, que firmó un soberbio encuentro, arrancó su actuación con un triplazo que puso en pie al pabellón por completo. A partir de ahí, se abrió una pasarela de canastas de todos los colores en Avenida: Koné, un 2+1 celebradísimo de Vilaró… En defensa las cosas también fluían con esa difícil facilidad, pese a que delante estaban las aspirantes al entorchado continental. Que son palabras muy mayores. Y pese a hacer casi todo perfecto, un minuto errático le costó la ventaja en el marcador (que llegó a ser de +4 para las azulonas) con un triple sedoso de Alba Torrens (14-17). Avenida pisó el acelerador con el reloj apretando para que la diferencia en el marcador quedara en un único punto cumplidos los diez primeros minutos.

Al pabellón se le cambió el ricuts cuando el videomarcador se fundió a negro por enésima vez esta temporada; de la mueca de aprobación, al de la vergüenza. Los tres o cuatro minutos en que los técnicos tardaron en devolver a la vida a las pantallas se hicieron eternos. Y eso no fue lo peor. Porque cuando el equipo de Montañana trataba de recomponerse del parón que nadie quería ni esperaba, cuando el trío arbitral hizo oídos sordos a una acción larga de las azulonas, en la que estrelló el balón en tiempo en el tablero para prolongar la acción de ataque, considerando que era fuera de tiempo. El partido pareció saltar entonces por los aires para las salmantinas, que se desconectaron del choque de una manera alarmante. Los parones en labor pedagógica de Montañana no servían para mucho, pues en ataque el equipo estuvo offline hasta la recta final del segundo acto y atrás la sangría era inevitable ante un equipo con talento para dar y regalar. Iagupova y Leti Romero cosieron a triples a Avenida y la desventaja llegados al descanso pasó del punto a los diez (29-39).

Sin embargo, Avenida no había dicho su última palabra en el partido. Ni mucho menos. Las de Montañana recompusieron ideas y volvieron con la energía con la que había arrancado el encuentro. El tercer acto fue simplemente superior. Especialmente en defensa donde las de Montañana encontraron el camino para combatir ese goteo de puntos constante, casi sin hacer ruido, que tanto daño le hace a todos los equipos. Con esa defensa rocosa y una fibra en ataque descomunal Avenida, guiadas por una enorme Laura Gil, fue capaz de reducir en tan solo seis minutos la diferencia al punto (47-48) con el que se había llegado al término del primer periodo.

A partir de ahí empezó un nuevo partido. Y quedaba lo mejor por venir. Avenida quería ganar. Sacó su casta de campeón sempiterno, aunque los tiempos hayan cambiado. Y firmo doce minutos inolvidables. Las azulonas defendieron como leonas para sacarse una nueva pareja de tiros libres, volviéndose a ponerse por delante casi 20 minutos después (49-48). Würzburg quemaba. Y así cayeron 27 puntos, que se dicen pronto, en el tercer cuarto, hasta concluir el tercer acto 55-54.

El último periodo fue otra locura. Primero con un intercambio de golpes sublime entre ambas escuadras que rompió Silvia Domínguez a falta de seis minutos con un triple que dinamitó el pabellón y la superioridad en todas las parcelas del Valencia Basket. Koné le cogió el testigo a la capitana anotando cada balón que le caía entre las manos. Hubo una canasta antológica en la que Laura Gil asistió por detrás de la cabeza que acabó de enloquecer a la gente hasta el bocinazo final. Sin embargo, no estaba todo dicho aún, y la capitana tuvo que salir al rescate con un triple marca de la casa a última hora para dejar el definitivo 76 a 73 en el marcador. ¡Impresionante!

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