Jorge Recio ha realizado este martes su balance del año, en el que ha desgranado, tanto lo que ha sucedido en la pista como fuera, además de hablar del futuro del Perfumerías Avenida. Y un apartado muy especial de su intervención ha estado dedicado a la 'marea azul', con un protagonista inesperado del que ha desvelado un curioso detalle.
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En primer lugar, ha destacado la respuesta de la afición salmantina tanto a la hora de sacar los abonos para esta temporada como durante todos y cada uno de los partidos: «Lo hemos visto por ejemplo en el último partido contra el Ensino, cuando 24 horas antes estaba todo vendido, como varias veces el año pasado, el desplazamiento a Huelva en la Copa de la Reina... que fue uno de los peores desastres de la temporada porque no llegamos ni a competir con Zaragoza para estar en la final. Esa es siempre la respuesta de nuestra afición. Y este año, viniendo de donde veníamos, hemos vuelto a recuperar el aforo y el pabellón se ha quedado pequeño y no pudimos vender más abonos. Y sin podar contar con el masculino, al que no le podemos dar entradas. Tenemos un problema que esperemos que se solucione porque el pabellón se ha quedado chico. Algo dará Avenida a los salmantinos que les gusta y están contentos y año a año se abonan. Además, son conscientes de que las subidas económicas no son significativas para la cantidad y calidad de las competiciones, ya que por muy poquitos euros se puede ver un partido«.
Y a continuación, ha contado una desconocida historia que refleja que el Perfumerías Avenida llega mucho más allá de Salamanca: «Me dijiste en septiembre -se dirige a Germán Rubio, responsable de comunicación del Perfumerías Avenida- que había un aficionado que quería donar dinero al club. Un francés llamado Jerome. Y yo te dije: ¿Qué estás diciendo? Y no sabíamos cómo hacerlo porque es algo que no ha pasado nunca, pero él seguía insistente. Me lo encontré en Landes en el partido de Euroliga y me dijo que quería hacer esa donación. Cuando volví a Salamanca busqué cómo se podía hacer y dimos con la solución. Él estaba muy contento y nosotros mucho más, porque es algo que no había pasado en los 24 años que llevo en este proyecto y quiero hacerle el reconocimiento que se merece. Es un abonado francés que tiene vinculación con Salamanca. Sólo puede venir de vez en cuando, pero quiso poner su granito de arena y estoy orgulloso de que una persona que no puede ver al equipo, pero le gusta, va en Francia y nos sigue a través de las redes, haya tenido este gran gesto, que es una de las sorpresas de la temporada«.
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