Avenida cae por agotamiento frente a Ferrol (70-79)

«Orgulloso de vosotros. Gracias», había escrito un aficionado de Würzburg en una modesta pancarta ubicada sobre a la grada de la 'Ranita' (para situarnos). Como el autor no se identificó, pareció que esa primera persona del singular era rubricaba del pabellón en su conjunto. Ese mensaje ganó enteros, luego, durante el transcurso de un choque complejísimo frente al Ferrol, «ese equipo al que todos le tenemos que dar la enhorabuena», en palabras de Anna Montaña, y que acabó asaltando Würzburg.

Avenida llegó a estar 16 puntos arriba (por dos veces) y también 9 abajo en una montaña rusa provocada por los efectos de la devastadora gastroenteritis que no hace ni una semana que se coló todavía sin saber cómo en las entrañas del vestuario. Y también por una rotación más corta si cabe, provocado por la baja por lesión de Deleare. Ocho jugadoras para abordar el partido.

El escenario, desde luego, no era el ideal; pero al equipo, de salida, pareció no importarle nada. Salió dispuesto a comerse el mundo sin mirarse las heridas. La puesta en escena de los primeros diez minutos no pudo ser mejor. El Avenida cerró su canasta de manera brillante y fue abriendo brecha en el marcador con pequeños arañazos. El conjunto gallego, que llegaba a Salamanca encadenando gestas (Girona, Eurocup…), estuvo 8 minutos sin hacerle una sola canasta al equipo azulón. 20-4 lucía el marcador cuando Davis hizo la tercera canasta del choque a falta de 1:53 para el final de un primer cuarto, que se cerró 24-10.

El inicio del segundo periodo fue prometedor. Y hasta ahí. Cuando Lino López se marchó camino del vestuario expulsado, con 6 minutos jugados, su equipo despertó. A lo grande además. Sin medias tintas. Hasta el punto que logró imponerse en esos diez minutos en el marcador por 18 a 23. Y pudo ser peor si Iyana Martín no aparece con un triple salvador a falta de 2:30 para el descanso.

La asturiana fue enlazando balones de oxígeno para su equipo hasta que no dio más de sí. Y entonces Avenida cortocircuitó. De la gran defensa del primer cuarto no quedó nada. Y en ataque la cosa no fue mejor, llegando a estar cuatro minutos sin ser capaces de anotar en todo el periodo. En medio de ese mar de dudas, Ferrol dio el golpe definitivo y logró empatar el encuentro (47-47) en el ecuador del cuarto.

El partido nuevo que se abrió no era esperanzador, más que nada porque Avenida ya había dado signos más que evidentes de estar agotado. Aún así, vendió cara la derrota. Que era por cuatro puntos cuando la bocina avisó de que al choque le quedaban 10 minutos nada más (56-60).

La diferencia llegó a estar en 9 a favor de Ferrol ya dentro del último acto. Aunque hubo un conato de reacción local, más con el corazón que con las piernas, llegando a reducir la diferencia hasta los 3 puntos con tres minutos todavía por jugarse, gracias a una buena acción de Jespersen (65-69). Y hasta ahí. Davis anotó un triple en la vuelta de la jugada que rompió por dentro al conjunto perfumero, que no pudo más que entregar la cuchara porque es que, de verdad, no podía más con su alma. 70-79 se cerró el encuentro.

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