El Avenida sabe cómo: hace dos años ya le dieron la vuelta a la final

Nadie en el Perfumerías Avenida duda de que mañana (21:00 horas) se forzara el tercer partido. Con el mayor respeto al Valencia Basket, que lleva tiempo demostrando que es un rival tremendamente cualificado, el equipo salmantino y sus aficionados están convencidos de que juntos, en un pabellón de Würzburg que estará abarrotado con sus aproximadamente 3.000 localidades ocupadas, conseguirán igualar la final de la Liga Femenina y disputarse el título el próximo jueves en la Fonteta.

Sin Bridget Carleton, que quizá pueda jugar mañana algunos minutos y con un plan de partido totalmente distinto al habitual ya también sin Michaela Onyenwere, y después de una “horrible primera parte” el jueves como el propio Pepe Vázquez calificó, y llegar a perder por 20 puntos cuando estaba a punto de acabar el tercer cuarto, el Avenida estuvo muy cerca de haber podido ganar, con una bandeja de Maite Cazorla que no entró en los últimos segundos y que hubiera empatado el partido antes de que Leticia Romero sentenciara desde el tiro libre.

Por ello, nada más terminar el choque plantilla y cuerpo técnico se conjugaron para mañana y empezaron a mandar mensajes de ánimo a sus aficionados, aunque con la ‘marea azul’ eso no hace falta. La afición perfumera, que esta temporada ha dado un nuevo ejemplo de fidelidad ayudando a las suyas a salir de los malos momentos con grandes entradas, sabe que su papel va a ser clave para conseguir forzar el tercer encuentro de la final.

El Perfumerías Avenida, que ya ganó su primer título de Liga en la temporada 2005/06 remontando frente al Universitari Barcelona, tiene un último ejemplo muy claro para ver que el objetivo es posible: hace dos campañas el cuadro charro perdió contra el Valencia Basket en Würzburg el primer duelo por 64-67, y, con todo en contra, fue capaz de ganar en la Fuente de San Luis el segundo para terminar conquistando el trofeo unos días después en casa. En esta ocasión el desenlace tendría lugar en Valencia, pero el Avenida solo piensa en lo de mañana: ganar.

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