El Avenida quiere garantizarse la Copa frente al Araski

El Perfumerías Avenida se encuentra en una situación inesperada tras la imagen que ofreció el miércoles en Gerona. Después de la mejoría mostrada en las últimas semanas, tras haber hablado en el seno del equipo largo y profundo, y las incorporaciones de Carleton y Onyenwere, la manera de perder en Fontajau no fue la esperada y no tuvo nada que ver a la de diez días antes, ante el mismo rival y también con derrota.

Lo ideal es que haya sido solo un paso atrás, como se suele decir en estos casos, para coger impulso, y hoy lo deben demostrar las salmantinas en la cancha del Araski, un equipo que solo tiene un triunfo menos.

Sin tiempo para preparar el partido, el Avenida debe mostrar este viernes concentración y actitud, que es lo menos que se le puede pedir. Todo lo que había mostrado en los últimos compromisos, independientemente de haber realizado un mejor o peor baloncesto, y que tanto se había echado en falta en varios partidos de esta temporada.

En juego, además de olvidar el último choque de Euroliga, estará la clasificación para la Copa de la Reina, algo a lo que no estaban acostumbradas a luchar ya en estos finales de la primera vuelta, pero el errático caminar en la Liga lo ha provocado. Después tocará, en las dos jornadas que quedan en este 2022, pelear por ser cabeza de serie. El Araski no lo va a poner nada fácil, puesto que en el caso de salir victorioso daría un gran paso hacia la Copa.

Tampoco estará este viernes, como ya sucedió en Fontajau, Bridget Carleton, después de viajar a Canadá con permiso del club por motivos personales.

El Araski llega a este partido con la novedad de la pívot norteamericana Chatrice White, que ya conoce la Liga Femenina tras su etapa en el Ensino de Lugo y que ya cuenta con la licencia federativa tras llegar procedente de Alemania para fortalecer el juego interior de las de Madelén Urieta.

Roberto Íñiguez fue muy claro al hablar en la previa del choque: “Hay que reaccionar sí o sí y no vale hacerlo de forma individual o por una solución del entrenador, tenemos que ser todos. Después de un partido como el del miércoles y algunas cosas que hemos hablado, si el equipo no reacciona nos pondremos a pensar. Tenemos que estar en el presente e intentar ayudar a las jugadoras para poder reaccionar y volver. Lo que define a los grandes equipos es cómo se levantan cuando se caen”.

El técnico no se escuda en el posible cansancio: “El staff tenemos la idea de lo que tenemos que hacer para que el equipo tenga la energía correcta. El cansancio está mucho en la cabeza y aparece cuando las cosas no carburan o parece que das un paso adelante y vuelves a septiembre”.

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