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Jueves, 10 de febrero 2022, 10:04
A falta de lo que dictamine la voluntad popular en las urnas este domingo, los candidatos a presidir la Junta de Castilla y León plantearon un debate más centrado en las propuestas concretas que en la ideología. Todas las miradas estaban dirigidas en Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta y principal aspirante a la reelección, que exhibió un perfil avalado en el respaldo de la gestión y las mejoras previstas para la próxima legislatura. Desde el minuto 1, Mañueco pidió un respaldo mayoritario para un gobierno “fuerte, sólido y estable” para alcanzar “un pacto con las personas de Castilla y León”. A pesar de los esfuerzos de sus homólogos en Ciudadanos y PSOE, Francisco Igea, que debutaba en presencialidad, y Luis Tudanca en que se posicionara ante un posible pacto, el candidato popular insistió en alcanzar un “gobierno fuerte sin egos, ni chantajes”. También lanzó una advertencia apelando a los valores tradicionales: la familia y la defensa de la Ley de Violencia de Género ante los ataques de sus rivales en un debate en el que Mañueco evitó citar a Vox en todo momento.
No hizo lo mismo Igea a la hora de posicionarse. “No voy a interactuar con el señor Mañueco porque no vale nada en cuestión de pactos”, señaló como ha venido haciendo a lo largo de toda la campaña, aunque propuso “una gran alianza a lo Merkel sin tener que apoyarse en los extremismos”. Tudanca sí que las puso. “Nosotros lo tenemos claro, ni con Vox ni con la extrema derecha”.
Mañueco defendió su gestión y volvió a centrarse en las propuestas aunque en esta ocasión exhibió una mayor soltura y solvencia que en el primer envite. “Si hemos gobernado 35 años, algo habremos hecho bien y tenemos sintonía y proyectos. Usted y Sánchez están inhabilitados para hablar de economía”, le reprochó a Tudanca. A diferencia del primer debate, Igea y el candidato socialista mostraron coincidencias en diversos aspectos como la reforma laboral. “¿Por qué votaron en contra de una reforma que daba un contrato estable”. Ambos también coincidieron en criticar que el adelanto electoral haya respondido a las luchas internas del PP entre Casado y Ayuso. “Pablo Casado, no se presenta. Aquí me la juego yo”, zanjó Mañueco.
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