Salen a la luz las desconocidas raíces en Castilla y León de Ana de Armas

En los últimos días, Ana de Armas ha copado todos los focos de atención después de que fuese vista saliendo de tener una cena romántica con Tom Cruise en un restaurante de Londres en la noche del Día de San Valentín. Sin embargo, más allá de su éxito en Hollywood y su vida sentimental, su historia familiar ha despertado un gran interés, revelando sus profundas raíces en un pequeñísimo pueblo de Castilla y León: Guardo, ubicado en la provincia de Palencia.

En esta pequeña localidad, con un importante legado minero e industrial, nació el tatarabuelo de la protagonista de 'Blonde', Santiago Merino Blanco, un destacado comerciante que, además, llegó a ocupar el cargo de alcalde del citado pueblo.

Otro de los nombres clave en la genealogía de Ana de Armas es su bisabuela, María Merino Martínez, quien fue una de las pescaderas más conocidas de la localidad. De hecho, se convirtió en una figura querida y respetada en el pueblo junto a su esposo, Alejandro Álvarez Rojo, que ejerció el cargo de secretario de UGT. Su lucha por los derechos de los trabajadores hicieron de él un personaje central en la historia local de este pequeño pueblo.

Y, de este matrimonio nació Maruja Álvarez, abuela materna de la actriz, que, a su vez, se casó con Adolfo Caso Pérez, un cubano con ascendencia castellanoleonesa, con el que tuvo a sus hijas, de entre las que destaca Ana Caso, la madre de la actriz.

La emigración fue un factor clave en la historia de la familia de Ana de Armas. Con el paso de los años, algunos de sus miembros decidieron buscar nuevas oportunidades en Cuba, estableciendo un lazo sólido entre ambos países. Esta conexión con la isla caribeña jugaría un papel fundamental en la vida de Ana, quien nació en La Habana y, más tarde, se trasladó a España y, posteriormente, a Hollywood para desarrollar su carrera en la actuación. Este linaje de comerciantes, jueces y emigrantes refleja, por lo tanto, una historia de esfuerzo y superación que conecta a Ana de Armas con España de una manera profunda.

Situado en el norte de Palencia, Guardo es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. A 1.100 metros de altitud, se encuentra en el valle del río Carrión, cuyas aguas cristalinas descienden desde el Parque Natural Montaña Palentina, un enclave perfecto para rutas y excursiones. Su ubicación privilegiada también lo convierte en un punto clave del Camino Olvidado a Santiago, una ruta jacobea menos transitada pero llena de encanto y paisajes sorprendentes.

Guardo es el epicentro de su comarca, administrando varias localidades cercanas y albergando a más de 6.000 habitantes. Su entorno natural es espectacular, con montañas emblemáticas como el Espigüete y el Curavacas, que ofrecen rutas de senderismo para todos los niveles y vistas panorámicas inigualables. En sus alrededores, los excursionistas pueden disfrutar de bosques de robles, acebos, encinas y sabinas, además de una rica biodiversidad que hace del municipio un lugar perfecto para el turismo activo y la observación de fauna.

El casco urbano de Guardo es moderno y dinámico, con amplias plazas y parques ideales para el descanso tras una jornada de senderismo. Entre sus monumentos más representativos destacan el Monumento al Minero, la Fuente de los Cuatro Caños y la Casa Grande, un palacio barroco del siglo XVIII con una interesante iconografía. Su patrimonio religioso también es notable, con la Iglesia de San Juan, que alberga una pila bautismal románica, y la Ermita del Cristo, ubicada en plena ruta jacobea. Desde la Campa del Cristo, los excursionistas pueden disfrutar de unas vistas impresionantes del Alto Carrión, convirtiéndolo en un mirador imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Con su combinación de rutas de montaña, patrimonio histórico y paisajes inolvidables, Guardo es un destino imprescindible para los excursionistas que buscan aventura y belleza en plena Montaña Palentina.