Carla Díaz de Rada
Martes, 28 de enero 2025, 13:26
En el norte de la provincia de Palencia, muy cerca de la frontera con Cantabria, se encuentra Salcedillo, el pueblo más pequeño de Castilla y León. Con una población de tan solo 11 habitantes permanentes, este pequeño enclave es un refugio de paz y autenticidad que invita a quienes lo visitan a desconectar del bullicio y reconectar con lo esencial: la calma, la naturaleza y las tradiciones.
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Salcedillo está situado a 1.195 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en uno de los pueblos más altos de la región. Rodeado por los verdes paisajes de la Montaña Palentina y atravesado por el río Camesa, el pueblo queda dividido en dos por esta corriente de agua, que aporta un encanto especial a su entorno. Los bosques que rodean la localidad y los caminos rurales hacen de este lugar un destino ideal para los amantes de la tranquilidad y el aire puro.
Aunque su tamaño es reducido, Salcedillo conserva elementos patrimoniales de gran valor. En el centro del pueblo se encuentra la iglesia románica de San Martín Obispo, una construcción del siglo XII que destaca por su portada decorada con arquivoltas y figuras de animales. Esta iglesia no solo es un testigo del pasado histórico del lugar, sino también un punto de referencia para sus habitantes y los pocos visitantes que recibe cada año.
Hoy el templo luce una atractiva estampa en medio de los prados, con su cabecera semicircular, la nave abovedada y, a los pies, la base de lo que en su día fue la torre. Posee un notable conjunto de capiteles y estilizados canecillos, con representaciones de animales, seres fantásticos, personajes en actitud erótica o músicos.
La vida en Salcedillo transcurre a un ritmo pausado, marcado por la convivencia en comunidad y las tareas relacionadas con el entorno rural. Con la mayor parte de su población envejecida, los habitantes de este pequeño pueblo han aprendido a adaptarse a las limitaciones que impone su aislamiento, pero también a disfrutar de las ventajas que ofrece una vida lejos del estrés urbano. Durante gran parte del año, es común que la población se reduzca aún más, quedando una o dos personas como guardianes del pueblo.
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Salcedillo está atravesado por el sendero histórico GR 1, una ruta que conecta Ampurias con Finisterre. Esta etapa del sendero permite a los visitantes disfrutar de los paisajes únicos de la Montaña Palentina, recorriendo caminos agrícolas y ganaderos que enlazan con localidades cercanas como Brañosera, conocido por ser el ayuntamiento más antiguo de España.
Llegar a Salcedillo es sencillo para quienes deseen descubrir este pequeño rincón único. Desde Palencia, el trayecto es de aproximadamente una hora y veinte minutos en coche por la A-67, mientras que desde Santander se tarda alrededor de una hora y cinco minutos por la misma carretera. El viaje ofrece la oportunidad de disfrutar de los paisajes cambiantes que conducen a este pequeño pueblo enclavado entre montañas.
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