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Domingo, 9 de marzo 2025, 15:32
En el corazón de Castilla y León, en un recóndito rincón de la provincia de Palencia, se encuentra una de las joyas arquitectónicas más antiguas de España: la Basílica de San Juan de Baños. A pesar de estar escondida en un pequeño pueblo de menos de 400 habitantes, este templo es testigo de una época clave en la historia del país. Su origen data del año 661, cuando fue concebida como una ofrenda a San Juan Bautista por el rey visigodo Recesvinto, en un acto de devoción y piedad hacia la figura religiosa.
La iglesia, que ha superado más de 1.300 años de historia, es un claro reflejo del esplendor del reino visigodo. En sus primeros momentos, los muros fueron construidos con sillares de piedra, una técnica común en la época que aportaba solidez y durabilidad a los edificios. La estructura original contaba con una cabecera en forma de tridente, compuesta por tres capillas separadas por espacios intermedios. Sin embargo, a lo largo de los siglos, la basílica ha sufrido transformaciones. Durante el siglo XIV, se modificó la cabecera, añadiendo un total de cinco espacios, alterando ligeramente el diseño inicial pero sin perder su esencia histórica.
La fuente visigótica de San Juan de Baños (Baños de Cerrato - Palencia): cuyas aguas, conocidas por sus propiedades medicinales desde tiempos inmemoriales, sanaron al Rey Recesvinto de su afección renal, razón por la que mandó levantar la basílica anexa en el año 661 #FelizJueves pic.twitter.com/jclwHtliqq
— Románico en España (@RomanicoEspana) July 4, 2024
Uno de los aspectos más fascinantes de la Basílica de San Juan de Baños es su interior, donde se pueden apreciar elementos arquitectónicos de gran valor. En un proceso característico de la época, se reutilizaron materiales provenientes de otros edificios romanos cercanos, como capiteles y fustes de columnas. Esta práctica, conocida como «spoliatio», era común durante la Edad Media y refleja la conexión entre el pasado romano y la nueva era cristiana que estaba tomando forma en la península ibérica.
Hoy en día, la Basílica de San Juan de Baños no solo es un punto de referencia para los estudiosos de la historia medieval, sino también un lugar de visita para quienes buscan admirar una de las iglesias más antiguas del continente europeo. Su aislamiento, rodeada por un entorno rural y tranquilo, la convierte en una especie de santuario de la historia, preservando para las futuras generaciones la memoria de una época que, a pesar de los siglos, sigue viva en sus piedras.
Como destaca elDiario.es, la basílica no solo es un símbolo de la devoción religiosa, sino también un testimonio de la riqueza cultural y arquitectónica de España, un verdadero tesoro escondido en el corazón de Palencia que merece ser conocido y admirado por todos.
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