Histórico plan de la Junta para luchar contra las adicciones en Castilla y León

La consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha presentado un plan histórico para combatir las adicciones a las drogas y al juego en Castilla y León. Se trata de un documento histórico, en el que se integran todas las dependencias que pueden tener sus residentes, entre las que figura la del uso excesivo de las pantallas, siendo un tema que cada vez preocupa más a pediatras y psicólogos.

El nuevo Plan Autonómico sobre Adicciones de Castilla y León, que abarcará desde este año hasta el año 2030, recoge todas las medidas relacionadas con la prevención, la intervención o la información de todas ellas, tanto las relacionadas con el consumo de drogas y otros productos como las que no llevan aparejadas ningún tipo de sustancia. Se trata, por tanto, de un gran compendio de actuaciones para el que se prevé una dotación económica de 91 millones de euros en siete años.

Este documento, presentado ante la Sección de Atención y Prevención de Drogodependencias del Consejo de Servicios de Castilla y León, parte de las experiencias previas de los planes de drogas y de la acción coordinada entre las consejerías de Educación, Familia y Sanidad para afrontar las adicciones sin sustancia. Adaptado al ecosistema actual, integra toda la problemática social, entre la que se resalta el consumo de drogas legales, ilegales y el uso excesivo de las redes sociales y del internet. El Gobierno regional señala, además, que este plan servirá para impulsar el proyecto 'Pausa y reconecta', dirigido a los jóvenes para mitigar el tiempo que pasan frente a un dispositivo móvil, un ordenador o una televisión, bien sea para navegar, jugar online, ver vídeos o seguir a creadores de contenido. Además, hace hincapié en los nuevos tipos de consumo como el de vapeadores por su toxicidad y su relación directa con el tabaquismo.

El nuevo Plan Autonómico de Adicciones recogerá un buen número de medidas encaminadas a prevenir los malos hábitos y a mejorar la salud de los residentes de Castilla y León, poniendo especial énfasis en los niños en edad escolar y en la juventud.

En el caso de los mayores de 65 años, se impartirán talleres de reducción de daños en contextos de consumos problemáticos de tabaco, alcohol e hipnosedantes. Además, se adaptarán las intervenciones terapéuticas para aquellos colectivos que presenten necesidades específicas de atención, como las personas de edad avanzada, con patologías clínicas, sin hogar, con discapacidad intelectual, migrantes o víctimas de la violencia machista.