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En primera línea para que todo funcione

El Estado de Alarma pilló a los profesionales de Iberdrola trabajando, garantizando un servicio esencial, como es el de generar energía y llevarla a millones de hogares y empresas

Viernes, 24 de abril 2020, 21:22

La crisis sanitaria está poniendo a prueba a todos. En el sector energético, a las infraestructuras que generan electricidad desde centrales hidroeléctricas, parques eólicos, plantas fotovoltaicas o centrales nucleares; a sus redes de distribución, que garantizan el suministro de energía a hogares y empresas; y también a sus profesionales, muchos de ellos trabajando en primera línea, reforzando el suministro energético, manteniendo servicios básicos o realizando labores de apoyo a quienes los prestan.

Muchos de esos profesionales, que hacen que todo funcionen, se encuentran estos días construyendo, manteniendo y operando proyectos renovables; gestionando, desplegando y reforzando redes; revisando la infraestructura energética de hospitales o instalaciones medicalizadas; y atendiendo urgencias eléctricas o dudas y necesidades de clientes desde canales digitales reforzados durante el Estado de Alarma.

Infraestructuras y redes inteligentes

Las inversiones y recursos destinados en los últimos años a la digitalización de las infraestructuras y redes eléctricas permiten a empresas como Iberdrola monitorizar, analizar y gestionar en tiempo real a través de centros de operación de renovables cada uno de sus parques eólicos, fotovoltaicos y centrales hidroeléctricas en España y el mundo.

También sus redes eléctricas inteligentes, desde centros de operación de distribución, desde los que, a través de un sistema informático de telecontrol avanzado, se observa y analiza el comportamiento de la red eléctrica con el objetivo de conseguir una calidad óptima de suministro, además de predecir posibles incidencias y, en muchos casos, activar actuaciones para solucionarlas telemáticamente.

Trabajando cuando todos duermen

Iberdrola dispone de equipos de campo que, diariamente, realizan trabajos de operación y mantenimiento en centrales de generación eléctrica y, en el caso de la distribución, revisiones y mantenimiento, con el fin de mantener un alto nivel de disponibilidad de la red.

En tiempos de coronavirus, además, estos profesionales tienen muy presente que muchos de los ciudadanos están confinados en casas, así que las actuaciones programadas se están realizando cuando todos o casi todos duermen, a partir de la 1 de la madrugada y hasta las 7 de la mañana, la franja horaria con menor uso de energía en los hogares. En algunos casos, estas tareas de mantenimiento o desarrollo de la red se ejecutan durante el día. Entonces, se utilizan grupos electrógenos para evitar impacto en el servicio a los clientes.

Sin embargo, surgen también incidencias no programadas. Entonces, entran en acción brigadas disponibles 24 horas los 7 días de la semana para una rápida actuación allí donde se requiere una reparación in situ, que no ha podido resolverse telemáticamente.

“Somos conscientes de que prestamos un servicio esencial para la sociedad y por ello, durante esta crisis sanitaria, estamos poniendo todo de nuestra parte para garantizar la continuidad de nuestras actividades. En momento difíciles hay que responder con acciones extraordinarias y, en ese sentido, nos sentimos orgullosos de poder ser útiles, ayudar y trasladar la confianza de que estamos trabajando para que todo funcione”, explica Eva Mancera, directora de i-DE, la distribuidora de Iberdrola, en Castilla y León.

La primera de las medidas del plan de acción de Iberdrola -de las más de 100 medidas para afrontar el coronavirus- estuvo dirigida a proteger la salud de los empleados de la compañía y sus proveedores.

El carácter esencial de su actividad ha obligado a muchos a seguir trabajando en primera línea, operando con todas las medidas de protección, atendiendo a todas las recomendaciones sanitarias. Estas actuaciones han incluido también protocolos extraordinarios para colectivos críticos, esquemas de movilidad eventual y la reubicación temporal de trabajadores de instalaciones o funciones esenciales.

Iberdrola gestiona en España una capacidad instalada de 26.600 MW, la mayoría renovable, y más de 270.000 km de líneas eléctricas distribuidas en 25 provincias de España. Desde la declaración del Estado de Alarma, la operatividad de sus centrales de generación y la calidad de suministro de sus redes eléctricas se ha mantenido en los mismos valores que durante el mismo periodo del año anterior, cuando la vida transcurría con normalidad. E incluso, han mejorado algunos indicadores de su capacidad de respuesta, como ha ocurrido en sus redes de distribución.

Actuaciones en Castilla y León

En Castilla y León, Iberdrola ha consolidado en las últimas décadas su condición de promotor líder renovable y sus más de 5.100 MW instalados convierten a esta región en la comunidad autónoma con más megavatios verdes instalados por la compañía.

La compañía quiere que Castilla y León siga siendo un referente en energía renovable. En los últimos meses, ha iniciado tramitación de sus dos primeros proyectos fotovoltaicos en la región, que desarrollará en Ciudad Rodrigo (300 MW) y Villarino (50 MW). Asimismo, avanza en la tramitación del complejo eólico Buniel, uno de los más grandes de Castilla y León, que promoverá junto a Caja Rural de Soria, y el parque eólico Valdemoro.

En el área de redes, su compañía distribuidora i-DE, opera más de 50.000 km de líneas eléctricas. En los últimos años, ha completado la digitalización de su red de distribución con la instalación de 1,5 millones de contadores digitales y la adaptación de más de 15.300 centros de transformación, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

El Estado de Alarma pilló a los profesionales de Iberdrola trabajando, garantizando un servicio esencial, como es el de generar energía y llevarla a millones de hogares y empresas. En seguida, la crisis sanitaria identificó a un colectivo crítico y, desde entonces, muchos de los equipos de la compañía, han desarrollado un plan especial para asegurar y reforzar el suministro eléctrico de infraestructuras esenciales, como son los hospitales o instalaciones medicalizadas.

En las últimas semanas, estos equipos han revisado la alimentación energética y de reserva, así como la operatividad de las instalaciones digitalizadas, en más de 40 hospitales y centros sanitarios, públicos y privados de Castilla y León. Asimismo, se han instalado grupos electrógenos de respaldo en 32 hospitales; 4 de ellos de campaña.

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