La Gaceta
Lunes, 20 de enero 2025, 10:51
El Barcelona está inmerso en una remodelación del Camp Nou y está siendo noticia día sí y día también por los retrasos, los palcos VIP, las características que va a tener y el salto a la modernidad que va a dar el mítico estadio. No es la primera vez que se reforma. Una de las más sonadas fue en 1994 y se cambiaron un gran número de asientos. Pues por causas de la vida, esas butacas del Camp Nou acabaron en Castilla y León. Sí, suena rocambolesco, pero todavía están presentes en el paisanaje castellano y leonés.
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La historia de cómo acaban en esta parte del territorio esos asientos comienza con el interés de un municipio de Soria, Langa de Duero, en hacerse con ellos, según se explica en un artículo de DesdeSoria.
Hubo peticiones, pero había una condición que ponía el Barcelona para donar sus asientos. Había que ir a buscarlos y así fue. Un gran camión fue hasta allí a por esas butacas hasta dejarlos en tierras sorianas. Hoy en día si uno pasea por el término municipal de Langa de Duero se puede topar en las calles con ese pedazo de historia del Camp Nou.
Ahora, esos asientos se han mimetizado con el pueblo y después de 27 años nadie entiende esas calles sin las sillas culés. También se pueden ver en caminos o en el campo de fútbol de este pueblo soriano.
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