El perro es un animal. No es un niño. Y se le puede llevar en cochecito de niño pero no lo es. Y ponerle ropa. Y cada vez son más los que prefieren perros a niños. Y exigen que entren en las tiendas y entran porque es negocio. Y van al bar a tomar juntos una tapita. Y no se cuida mejor a un perro por ponerle chubasquero pero no lo saben. «No hace nada». Pues ni idea. Y va suelto porque pobrecito. Y si le dices algo, te la ganas. Y apenas hay sanciones.
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Pasó lo de Roales. Una tragedia. Y hemos vivido muchas porque son perros. Y con distintas razas. Y el campo está lleno de mastines porque hay lobo y desde 2021 se le ha dicho al ganadero que tiene que haber más y que se proteja con mastines y aun así, y afortunadamente, lo de Roales es extraordinario.
A un perro, sea del tamaño que sea o de la raza, hay que educarle. Decirle que no. Sea caniche o un mastín. Tener claro que es un animal. Y que por mucho que sea tuyo no sabes siempre cómo reaccionará.
Lo de Roales es una tragedia. Pero no puede ser una excusa para que la ley de bienestar se amplíe a perros de trabajo. No. Un mastín no tiene la función de un perro de ciudad. Y tampoco un ataque suyo da muchas menos posibilidades de supervivencia que el de un pastor alemán en un parque o por un camino. El mastín puede estar suelto y es imposible que el ganadero esté 24 horas con él. Y las explotaciones no dan para contratar. Y sin perros, adiós a rebaños. Y lo de Roales no puede ser una excusa para darle otro golpe a la ganadería.
Hay zonas ganaderas en las que hay ovejas y vacas (que deberían señalizarse). Y los perros que pasean por allí no pueden ir sueltos, como también está prohibido en parques naturales. No puede ser que respetemos a la fauna pero no a las ovejas y vacas. Y no me puedo meter entre un rebaño porque el mastín hace su trabajo, que es defender a sus ovejas. Y es responsabilidad del dueño vigilar y educar al perro.Y no por ser de trabajo algunos perros pueden estar sueltos sin vigilancia. Ni todos los mastines son aptos para quedarse solos con las ovejas. Es aplicar el sentido común. Y es responsabilidad de las autoridades, vigilar y hacer cumplir la ley y sancionar si es preciso. Porque un perro no es un niño. O un animal que se suelta y ya. O que se deja en el chalet para que vigile o en casa pero sin educar. Son perros. Todos.
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