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El Ministerio de Agricultura ha anunciado que convocará un foro de ganadería extensiva en 2024 porque el sector lo pasa mal. Ha dicho algo así como que muy mal. Le preocupan a Planas los bajos rendimientos, los costes, el «complicado escenario sanitario» y los efectos del cambio climático.
Y por esa preocupación que le ha surgido acaba de colar, al menos de palabra, a la ganadería extensiva entre sus asuntos urgentes. Como si la ganadería extensiva no llevara años con problemas graves. Y como si no se los hubieran contado. Pero está bien que se preocupe.
Entonces, para abordar el problema, que por cómo lo describe se ve que es un problemón, ha anunciado que abrirá un foro de diálogo. Un foro, no una conferencia sectorial. A pesar de que se ha cansado de decir con la EHE que las comunidades tienen transferidas las competencias en sanidad animal.
Ha anunciado la apertura de un foro al que no se sabe quién estará invitado. Y es tan urgente, que no le ha puesto fecha. Ni siquiera ha dado una pista sobre cuándo pretende encajarlo en el calendario. No se sabe si será en el primer trimestre de 2024, en el semestre o a lo largo del año. Estudiará en él posibles ayudas al sector, pero no se sabe del presupuesto de que año saldrán.
Y mientras anuncia el foro, reúne a la vez a responsables de sanidad animal de las distintas comunidades autónomas para estudiar una flexibilización del saneamiento ganadero. Que en principio está muy bien. Pero las comunidades no saben qué tiene previsto porque, hasta hace nada, el Ministerio decía que era una temeridad flexibilizar el saneamiento ganadero. Y algunas, como la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León teme que esta flexibilización que ahora se puede pero que hace unos meses era impensable, vaya ligada a la falta de dinero para la campaña de saneamiento.
Hay un lío con la tuberculosis bovina y lo hay porque por una parte está la flexibilización en la que supuestamente trabaja el Ministerio. Y, por otra, la propuesta de orden de Sanidad Animal que ha lanzado la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural encomendándose a no se sabe quién.
Y no se sabe si lo primero irá en la misma línea de lo segundo. Y es un lío porque la Consejería de Vox da ese paso porque no lo daba el Ministerio. Y no se sabe lo que piensa Planas de la propuesta. Sí se sabe que les gusta a los ganaderos, sin entrar en matices, y que le parece una temeridad al sindicato veterinario y demasiado arriesgado al Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla y León, aunque dentro de la normativa.
Y están los veterinarios libres en el debate, sin quererlo ni pronunciarse. Y sobre el papel parece que lo ideal es que las campañas las realicen veterinarios oficiales, pero la realidad es que no hay tantos. Y que hay que buscar una solución para afrontar, como dice Planas, el «complicado escenario sanitario».
Hace unos años se decía que el problema de la tuberculosis bovina solo se resolvía desde la unión. Ahora parece que importa más la política que la tuberculosis bovina.
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