Existe una ola de satisfacción general por ese acuerdo del comité RASVEque permite la libertad de movimientos de ganado por la lengua azul, con vacunación voluntaria. Se vacunará cuando sea necesario, aunque desde comunidades como Castilla y León, Extremadura o Aragón se ha recomendado a los ganaderos que mantengan la vacunación. Era una petición que llevaba tiempo sobre la mesa y llegó el acuerdo, que no debió ser fácil por las diferencias sanitarias entre comunidades.

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Quedan dudas, como la de los requisitos para la exportación de ganado ahora que el territorio peninsular es zona suspendida, pero de todos los serotipos. Ya no se atienden los de comarcas, provincias o comunidades autónomas, sino que todo en la península pasa a ser un conjunto.

Existe una idea generalizada de que el camino elegido ahora era el único que podía adoptarse, dada la situación de la lengua azul. En el último mapa publicado por el Ministerio, del 5 de diciembre, una amplia zona estaba restringida por los serotipos 1, 3, 4 y 8, pero luego había una zona libre, otras suspendidas por un serotipo, otras por dos, otras por tres... y existía la certeza de que, llegado el mes de abril y el final del periodo estacionalmente libre, sería un sudoku autorizar movimientos de ganado y más con la falta de vacunas.

Además, la enfermedad vírica que se transmite mediante mosquitos del género Culicoides avanzó de forma rápida por el territorio peninsular desde septiembre, cuando «sólo» había zonas suspendidas por los serotipos 1 y 4, por el 4 y por el 8. Y lo anterior, la rápida expansión, llevaría a pensar que no funcionaron las medidas aplicadas o que, si funcionaron, se intentó poner puertas al campo al limitar la expansión de la lengua azul. De ahí el aplauso también a la decisión del comité.

La duda que queda en algunos sectores, aún estando de acuerdo con la decisión tomada, es la de si esto mismo no se podía haber hecho antes, más cuando el mapa de diciembre apenas varió con el de noviembre. También si era necesario, a la vista de la decisión adoptada ahora, restringir el movimiento de comarcas que, como las salmantinas de Béjar, Ciudad Rodrigo, Guijuelo, Tamames y Sequeros, no tenían foco y quedaron con limitación comercial desde noviembre con cuatro serotipos pero por proximidad a focos en tres de ellos, sin casos.

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La duda es si se puede pasar de una situación de restricciones a otra, sin que el ganadero dude de la razón por la que ahora, sí, y antes, no. Aunque exista acuerdo sobre que era lo mejor, o por eso, no vendría mal una explicación por parte del Ministerio. Para acabar con las dudas, sin más.

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