Dicen que era lo que tenía que pasar con los terneros

SI un termómetro para saber cómo está la salud del vacuno es el mercado de Salamanca, pues ayer estaba algo tristón. Más apagado, se vendió algo peor. Pero también está que había el doble de ganado que el lunes anterior y, más o menos, los mismos compradores. Y luego está lo de que es una semana rara por la fiesta, con pocos pedidos. Y que algunos no trajeron ganado porque no veían que fuera a ser buen día, porque el anterior a Semana Santa no suele serlo. Que hubiera mucho ayer tampoco significa que, de repente, haya más terneros, porque lo normal, por lo que ha pasado otros años, es que al mercado siguiente vayan poquitos.

Contaban que se había vendido mejor los días anteriores que en el mercado, y parece normal. También, que lo normal es que el ternero baje de precio desde abril, pero en los últimos años no siempre ha sido así. Sí pasó con el añojo.

De todas formas, el vacuno ahora responde poco a la lógica. Por ejemplo, eso de que, de repente, hubiera 55 vacas a la venta en el mercado, cuando por allí iban cuatro contadas. O que baje el precio de los añojos y no haya afectado a los terneros de vida. O que el Rey de Marruecos pusiera al sector del vacuno en alerta a final de febrero con la suspensión de la fiesta del cordero, dejaran de ir barcos de terneros y el precio esté ahora más alto que entonces.

Por lógica, por eso de que hubo una reducción de 1.763.000 vacas en Europa en el periodo 2021-24, debería sostenerse el precio de la carne porque falta en muchos países. Por lógica, si no han bajado los terneros será porque había pocas vacas y por eso a lo mejor lo de Marruecos no ha afectado tanto como parecía que iba a afectar. Y ahora todo se fía a lo que ocurra después de la SemanaSanta. Con la exportación, con la sanidad animal, con el número de terneros. De ahí a lo mejor lo de esperar para mover el precio. Porque resulta que con el vacuno no se sabe.