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Mientras que la situación por la sequía es crítica en otras zonas de la cuenca del Duero, especialmente en los sistemas Pisuerga, Bajo Duero y Órbigo, con algún embalse como el de Aguilar de Campoo al 30,2%, el embalse de Santa Teresa vuelve a confirmarse como uno de los que mejor resiste a la sequía y sostiene al regadío.
En concreto, y a pesar de la intensidad de riegos que ha exigido este campaña desde mayo, el embalse de Santa Teresa se encontraba este viernes al 76,8% de su capacidad con 380 hectómetros cúbicos de los 496. Es, de los embalses de la cuenca del Duero con más de 240 hectómetros cúbicos, el que más porcentaje de agua contiene a pesar de que es, de todos los de la cuenca, el que menos precipitaciones recibió desde el principio del año hidrológico. Solo fueron 143,7 litros por metro cuadrado las aportaciones cuando el siguiente embalse fue Linares del Arroyo, en Segovia, con 186, y el máximo, los 644,2 del embalse de Compuerto, que solo está al 487,2% de su capacidad.
El embalse de Santa Teresa como garantía de la campaña de riego no es algo nuevo porque, según el histórico de la Confederación, entre 1996 y 2017 solo un año, en 2005, su promedio en julio estuvo por debajo de los 250 hectómetros cúbicos (50% de capacidad). Desde 2018 hasta 2022 a principios de ese mes la cifra más baja fue en 2019, cuando contenía 303,8 hectómetros cúbicos -en 2020, 398, y hace un año, 389,1-.
Esta buena respuesta del embalse, junto al hecho de que incluso este año haya sido necesario soltar agua porque llegó a superar el nivel de resguardo, hace que sea para los regantes incompresible la negativa del Gobierno a ampliarlo. Más cuando hay un estudio que ve técnicamente viable el recrecimiento, que es lo que defiende la Federación de Regantes -Ferduero-, y que dado como va la campaña actual y la posibilidad de que en septiembre apenas se riegue por el adelanto de cultivos, podría quedar agua para regar otras 20.000 hectáreas más -riega 32.000-. Desde Ferduero se pide que se recrezca el embalse y luego se apruebe la ampliación del regadío de La Armuña, esas 16.000 hectáreas que piden los agricultores aunque en el Plan se contemplan 12.000 y sin ampliar embalse.
Tanto regantes como organizaciones agrarias, Junta de Castilla y León y Diputación de Salamanca han pedido que se amplíe con el fin de aumentar el agua almacenada y también de ampliar la zona regable de La Armuña, pero la Confederación Hidrográfica del Duero -CHD-, que depende del Ministerio para la Transición Ecológica, no lo ha incluido en el Plan Hidrológico del Duero. Antes de dejar la Presidencia por su jubilación, Cristina Danés aseguró que confía en que el Plan Hidrológico, que fue rechazado en el Consejo del Agua de Castilla y León por 42 votos en contra y 34 a favor, sea aprobado en septiembre por el Ministerio para la Transición Ecológica, vía Real Decreto.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural dirigida en el momento de la tramitación del Plan Hidrológico por Jesús Julio Carnero lamentó entonces la escasa consideración que se ha tenido al “Acuerdo de alegaciones al Proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022-2027”, que entre otras peticiones incluía el recrecido de Santa Teresa, y que habían suscrito todas las diputaciones de la Comunidad salvo la de León, además de las cuatro organizaciones agrarias (ASAJA, COAG, UPA y UCCL), la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) y la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero).
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