El precio de la paja cede pero no mucho ni en todas las provincias

La proximidad de la cosecha, unido a la buena primavera que se anuncia en el campo, hacen que la demanda de paja haya bajado estos días. El ganadero apura lo posible para realizar un nuevo pedido o incluso comparte camión con otros, convencido de que llega el fin de los precios altos. Por otra parte, buena parte de los agricultores que tenían la paja almacenada la han puesto a la venta seguros de que precios como los actuales será difícil que vuelvan. Esto, unido a que es paja de más calidad, hace que se hayan reducido las compras a Francia.

Con estas circunstancias, el precio de la paja ha bajado algo en Salamanca, pero no en otros lugares. En la provincia salmantina ahora es posible que llegue «a casa» a 180 euros la tonelada, cuando en enero y febrero era muy complicado encontrarla por debajo de 190.

Si se sale fuera de la provincia a comprarla, los precios son variados, según ha podido comprobar este periódico. Con transporte aparte, es posible encontrarla de mezcla a unos 160 euros la tonelada o a 120, si es de guisantes, también con mezcla.

De Cáceres hay «ofertas» de paja a 200 euros la tonelada puesta en destino, al sur de la provincia, zona de Béjar. Y de Francia, a 176 más el IVA desde el norte de España, desde donde paja picada puesta en Salamanca se ofrece a unos 200 euros/tonelada, también más el IVA. En puntos de Huesca se consigue a unos 160 euros/tonelada, a lo que hay que sumar el transporte al consumidor.

En la Lonja de Salamanca se acordó un descenso tímido el pasado 26 y, desde entonces, el precio se mantiene en 159 euros/tonelada en origen. La paja comenzó 2023 con una cotización de 63 euros la tonelada y lo acabó a 158 -subió 95-. Hasta este año, el precio máximo histórico al que había cotizado fueron los 100 euros/tonelada de noviembre de 2005. El mínimo, 27 euros/tonelada en julio de 2011.

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