![¿Por qué cada vez se ven menos ovejas en Salamanca?](https://s1.ppllstatics.com/lagacetadesalamanca/www/multimedia/2020/09/22/photo-2020-09-06-20-56-42_1-2032067_20200922103158--1200x900.jpg)
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Cada vez es más complicado ver ovejas en el campo en Salamanca. En los últimos años la tendencia de los ganaderos es la de cerrar explotaciones de ovino y abrir, en su lugar, de vacuno -menos trabajosas y con una mayor rentabilidad- o directamente vender el rebaño cuando llega el momento de la jubilación. Solo en la comarca de La Armuña hay ahora al menos tres rebaños en venta con unas 2.000 ovejas y el problema está en que, como en el resto de la provincia, los ganaderos rondan los 60 años y no hay relevo generacional porque los jóvenes no quieren un oficio tan esclavo y poco rentable. De las 413.408 que había en Salamanca hace 3 años, en 2017, se ha pasado a 295.498, según los últimos datos de la Junta, lo que supone una caída del 29%
La respuesta que da cualquier ganadero es que no y, de hecho, es raro encontrarse a alguno con ovejas de carne que cuente con la ayuda de un pastor. “No lo podemos pagar”, dice uno de ellos, por lo que se ven obligados a dedicarle los 365 días del año a las ovejas. Cuenta que, en su caso, de la PAC recibe por sus 1.000 ovejas 30.000 euros al año -30 por cada una contando también la ayuda por zona desfavorecida- pero eso le obliga a vender los lechazos a precios inferiores a los que deberían para obtener rentabilidad. En su caso ahora ha vendido los últimos a 57 euros y considera que esos 1.200 que produce al año deberían costar entre 80 y 90. “Si fuera así no necesitaríamos la PAC y lo preferiría”, apunta.
La mayoría de ovejas de Salamanca son mestizas -166.706- porque la tendencia más generalizada ha sido mezclar entrefinas o castellanas con otras razas para aumentar producciones cárnicas. Así ahora conviven en Salamanca 30 razas ganaderas, entre las de leche y carne. En carne la predominante es la castellana -66.871- y en leche, la assaf -37.333- porque la awassi, que entró fuerte, se ha quedado en el centenar de ejemplares, muy por debajo de los 5.703 de la churra, la segunda elegida. Como curiosidad, en Salamanca hay 57 ejemplares registrados de la raza karakul, de origen asiático, considerada la más antigua del mundo y que se utiliza para la producción de astracán.
En Salamanca y con datos de la Junta de Castilla y León del pasado mayo hay menos de 1.000 explotaciones, en concreto 983, de las que 703 son de carne y 280, dedicadas a la producción de leche. El número medio de ovejas por explotación es de 291 en el caso de los rebaños de carne y de 288 en el de los de leche. En Castilla y León hay 5.060 explotaciones con 2.835 dedicadas a carne y 2.225 a leche, y medias de rebaño muy superiores a las de Salamanca. En concreto, en el conjunto de la Comunidad la media es de 522 ejemplares en el caso de los rebaños que se dedican a la producción de leche y de 380, en los de carne.
Si bien el precio de la leche de oveja ha dado un respiro a los ganaderos y en este 2020 se ha estabilizado en niveles superiores a los ejercicios anteriores sobre todo por los contratos firmados en el pasado mes de diciembre, no ha ocurrido igual con la lana. Aún hay ganaderos que la tienen almacenada a la espera de que el precio suba, aunque la caída de demanda desde China lo hace impensable. Ahora, la lana entrefina fina cotiza en la Lonja de Extremadura a 0,10/0,20 euros/kilo y hace un año, a 0,50/070. La más cara, la merina extra, ha caído de los 1,70/1,85 de hace un año a los 0,35/0,40 actuales y con ello un ingreso que pierden los ganaderos de ovino.
Las ovejas son el medio de vida para muchos pero también suponen un entretenimento para otros, como es el caso de Luis Aparicio, hijo y nieto de ganaderos al que la vida le apartó del campo como sustento económico. En un viaje de vacaciones a Asturias le sorprendió un rebaño de ovejas de una raza que no conocía. Después supo que era la suffolk y se convirtió ya en un reto personal traerlas a Salamanca y formar su “mini rebaño”, con el que “mata el gusanillo” de ganadero en Horcajo Medianero. Ahora tiene cuatro ejemplares puros de esta raza y 12 cruzados, pero en un futuro confía en ampliar y apostar por más ejemplares suffolk.
De estas ovejas originarias de Inglaterra Luis destaca sobre todo su gran tamaño, lo que las convierte en impresionantes para producción cárnica. Su problema está, como reconoce Luis, en los partos, porque los corderos nacen muy grandes y las ovejas suelen tener dificultades. Son ovejas de cara negra: Los machos pueden pesar los 160 kilos y las hembras, unos 110.
Las ovejas “enmascaradas” dorper pastan en El Cabaco, con Andrés Pérez, y en la Sierra con Pablo Sánchez. Impresionantes para producción de carne, Andrés conserva unas cuantas incluso ya jubilado.
Rocío García tiene una de las explotaciones más originales de Salamanca, con cabras de angora u ovejas charolesas, grandes, cárnicas, sin lana en cabeza y extremidades y color rosado.
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