El nuevo enemigo que le ha salido a la cosecha

Las lluvias caídas en Salamanca en mayo y junio no mejoraron la cosecha de cereal o lo hicieron de forma poco significativa, dañaron forrajes y empeoraron el cultivo de las lentejas, que hasta ese momento anunciaban un buen año. En Salamanca en casi todas los pluviómetros gestionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfica se han registrado -sin haber llegado a la mitad de mes- más precipitaciones en junio que la media registrada en esos puntos durante sus 30 días. Destacan La Covatilla, con 92 litros por metro cuadrado en mayo cuando la media es de 53, y de 92,8 en junio, cuando lo habitual son 35; y también Pedraza de Alba, que de los 35 litros por metro cuadrado que registra en junio de media pasó este año a 92,8 y con 92 litros por metro cuadrado caídos también en mayo cuando lo habitual allí son 53.

A pesar de lo que pudiera parecer, los agricultores por lo general no están contentos con las consecuencias que han tenido sobre sus cultivos estas precipitaciones. Para la mayoría de los consultados han llegado tarde y han podido mejorar en casos algo, aunque no creen tampoco que mucho, la calidad del grano. En general mantienen que, debido a la sequía de febrero, marzo y abril, los cereales ya estaban prácticamente perdidos entonces. Sí puede haber mejorado algo el cultivo de garbanzos, aunque está por ver. Y así lo cree, entre otros, el agricultor de Aldeaseca de Alba Miguel Tejada, quien ya advertía a finales de abril que la cebada estaba «muy tocada». «El cereal no ha mejorado casi nada», advierte. José Antonio Blázquez, que será uno de los que cosechen en Salamanca, apunta además que las lluvias han hecho que saliera «retoño en las cebadas y malas hierbas que están verdes», algo generalizado en la provincia.

El Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León sí refleja una muy ligera mejoría: en trigo el 16 de mayo apuntaba a obtener en Salamanca un 78% de una cosecha normal y ayer subía el porcentaje a un 80%, mientras que en cebada ha pasado del 75% al 76% un mes después.

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