La enfermedad hemorragica epizootica -EHE, que no afecta al hombre- desborda a ganaderos de Salamanca y de la mayor parte de España.
En la imagen, una vaca de una explotación salmantina a la que el ganadero había visto la mañana anterior en buen estado.
Al día siguiente el animal mostró signos de debilidad, el ganadero le inyectó antiinflamatorio y el ejemplar murió en apenas hora y media. «Esto es una locura».
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