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Susana Magdaleno
Miércoles, 10 de abril 2024, 13:54
El meloncillo acabó este lunes con la vida de un ternero en una finca de Cabeza de Béjar tras arrancarle el rabo y una parte de la lengua. Félix López, el ganadero propietario de este animal hijo de madre de raza charolesa y de padre limusín, intentó salvarle la vida pero fue imposible por el estado en el que se encontraba, ya desangrado.
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El ternero tenía casi dos semanas y la madre le había dado de mamar en torno a las siete y media de la mañana. A partir de ese momento, lo habitual es que las vacas vayan a comer y dejen a los terneros más pequeños escondidos, en el caso de este ternero, entre carrascos. A las 9:30, Félix recuerda que estaba dando de comer a los animales y no vio al ternero. Luego le llamó la atención que, como otras veces cuando ocurre esto, imitó el berrido del ternero ante la madre y ella, en lugar de ir tranquila hacia el lugar donde lo había dejado, «salió como una flecha». Cuando llegó Félix a la altura de la madre, se encontró al ternero en ese estado, ya con la lengua negra, comida parcialmente, desangrado y sin el rabo. Este ganadero ya había sufrido el ataque de meloncillo pero en una finca que tiene en Montejo de Salvatierra.
El ganadero metió entonces al ternero rápido en el coche para intentar salvarle la vida «y la vaca fue a por mí, me hizo hasta un abollón porque me llevaba al ternero». «Han tenido que venir dos de estos bichos y uno le ha enganchado la lengua y el otro, el rabo. Si no, no puede ser. Si hubiera sido la zorra, le ataca por el culo». El ganadero avisó a la patrulla de Medio Ambiente de la Junta «pero como no son daños de lobo, no te dan nada». El ganadero estaba destrozado. «Si le hubiera quitado de la lengua la punta, a lo mejor se cose y se podría hacer algo. Pero así...»
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