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Sábado, 15 de agosto 2020, 14:43
Los ganaderos que han confirmado que participarán este año en Salamaq -del 4 al 7 de septiembre- siguen con la preparación de sus ejemplares aunque expectantes porque saben que cambios en la situación sanitaria pueden suponer la suspensión de la feria.
Para salvar incluso las restricciones de aforo ya anunciadas, los colectivos sí confían en que, como señalaron representantes de la Diputación en las primeras reuniones sobre Salamaq, la subasta se celebre este año también de forma virtual, para que pueda llegar a quienes no puedan acudir.
La Federación de Limusín ultima de todas formas su propia aplicación para subastar de forma virtual sus ejemplares en el caso de que la organización no dispusiera finalmente de esa herramienta. De estar en cambio disponible, se sumaría a la de la institución. La Asociación Nacional de Ganado Charolés no duda de que podrán subastar ganado de forma virtual, como comprometió la Diputación.
De momento es en la Federación de Limusín donde más preguntas trasladan los ganaderos sobre la celebración del evento, con incógnitas sobre su participación final en él, también porque la mayoría son de otras provincias. Ante estos movimientos que dejan ver las dudas, representantes de este colectivo creen que al final acudirán a la feria con alrededor de la mitad de ejemplares que en ediciones pasadas, cuando la cifra estaba en torno a los 250. La Diputación confía en que haya entre 700 y 800 reses bovinas en total.
En la Unión de Criadores de Charolés -UCHAE- también hay preguntas de los ganaderos sobre la celebración de la feria, aunque en este caso la asociación ha advertido a los socios que se exponen a sanciones si dan marcha atrás sobre su decisión de acudir. Esas dudas no surgen al menos de momento en la Asociación Nacional de Charolés, que junto a la Asociación de Raza Morucha fue el colectivo que desde un principio dio su apoyo a la celebración de la feria pese al COVID.
A la incertidumbre de parte de los ganaderos se une también el temor de otros a que los nuevos requisitos sanitarios impidan el acceso de animales previstos porque, a diferencia de otros años, se exige que el ganado entre con la prueba negativa de rinotraqueítis infecciosa bovina -IBR-. A la Federación de Limusín no le preocupa porque ya su ganado acudía con ella desde hace 4 años, pero sí por ejemplo a la Unión de Criadores de Charolés, que si bien ve positiva la exigencia, lamenta la premura en anunciarla. Desde la Asociación Nacional de Charolés se ve la petición desde la “normalidad” porque desde hace año y medio participan en un programa de seguimiento y control porque “sabíamos que iba a llegar el requisito”. Los colectivos coinciden en que siempre es positivo que la feria de Salamanca sea referencia nacional por calidad y sanidad.
Las asociaciones se preparan para los nuevos requisitos de seguridad que impiden, por ejemplo, llevar comida salvo que la sirva una empresa autorizada; o utilizar los bungalows para que se alojen ganaderos. Este año solo se quedarán por la noche los vigilantes de seguridad.
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