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Martes, 22 de junio 2021, 22:21
Los burros y también los ponis miniatura se pusieron de moda en el confinamiento porque famosos, sobre todo de Estados Unidos, los adoptaron como mascotas. Arnold Schwarzenegger adoptó al burro “Lulú” y hasta al Papa Francisco le regalaron dos, “Thea” y “Noah”, después de que contara que de pequeño fue alimentado con leche de burra. En España la primera famosa que dio el paso fue Eugenia Martínez de Irujo, que adoptó a “Benjamín”.
En Salamanca una ganadera de la zona de Ledesma, Sandra Delgado, también está encantada con estos animales. Tiene un burro ‘mini’,“Caramelo”, de raza zamorana. Y dos ponys miniatura, “Pili” y “Alazán”, la primera, inseparable del burrito. Si se considera poni al equino que no supera en alzada los 148 centímetros, los de Sandra no llegan al metro. En cuanto al burro zamorano, que son por lo general altos, el suyo está entre 1,20 y 1,30.
Sandra los tiene como afición, simplemente porque le encantan y no es para menos. “Alazan” y un burro grande, “Fernando” -cruce de andaluz- se ocupan de las vacas. Sandra les ve como sus “mayorales” porque jamás se separan del lote.
En cambio “Caramelo” está siempre con “Pili” y duermen en boxes. Son muy cariñosos y tranquilos, dice Sandra, y por eso muy recomendables como mascotas. “Cuando llegas son siempre los primeros en pedirte el desayuno”, dice divertida. De momento, y aunque está encantada, no quiere aumentar el número.
Los famosos se apuntan incluso a la moda de burros incluso más pequeños, con alzada inferior a 90 centímetros, semejante en altura de adulto a un perro mastín. De ahí, y por su facilidad para desbrozar, que en otras partes de España los dueños de casas rurales se los rifen. Los burros “miniatura” necesitan al menos 80 metros cuadrados y suelen vivir entre 35- 40 años.
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