Líder para los profesionales del sector primario

Ninguna otra Entidad Financiera puede presumir de haber estado al lado de los agricultores y ganaderosdurante más de un siglo: adaptando sus servicios financieros a las necesidades cambiantes del sector agropecuario.

Caja Rural de Salamanca no solo ofrece productos financieros, sino que también actúa como un catalizador para el desarrollo económico de nuestro territorio. Impacta positivamente en la comunidad local, paga sus impuestos en Castilla y León, genera empleo, conserva el medio ambiente y fortalece la economía de Salamanca, Ávila y Valladolid.

Valorada por el servicio de sus profesionales y su cercanía, Caja Rural de Salamanca es la Entidad de referencia para los profesionales del sector primario. En relación con la tramitación de solicitudes de subvenciones de la Política Agraria Común (PAC), durante 2024 las domiciliaciones destinadas al sector agrícola-ganadero alcanzaron 3.190 en Salamanca del total 8.093, lo que supone un 40% en la provincia.

Los ganaderos y agricultores confían en su agilidad de gestión y su asesoría personalizada que actúa con hechos para evitar la exclusión financiera de los habitantes de las poblaciones más pequeñas de nuestra región y de las industrias agroalimentarias. La entidad también brinda la oportunidad de solicitar el Anticipo de la PAC a condiciones ventajosas dotando así de liquidez a las explotaciones para los pagos del año.

En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad global, el papel de la cooperativa de crédito en el desarrollo de la economía rural de nuestra tierra cobra una importancia sin precedentes. En el marco actual, Caja Rural de Salamanca destaca por su compromiso con el fomento de un desarrollo sostenible y equilibrado, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar de un entorno próspero y saludable.

Financia proyectos que, además de ser rentables, tienen un impacto positivo en nuestro entorno. Proyectos que no solo benefician a los productores, sino que también contribuyen a la economía local, reduciendo la huella de carbono y fortaleciendo los lazos comunitarios.

Caja Rural de Salamanca demuestra que el modelo económico puede buscar la rentabilidad teniendo presente la sostenibilidad, clave para garantizar un futuro próspero en nuestra región.

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