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Miércoles, 17 de febrero 2021, 10:08
“Lobos, buitres y ahora también meloncillos”. Es el lamento de Juan Gil, ganadero en San Esteban de la Sierra, cuando habla de la vaca y el becerro que ha perdido en las últimas semana por culpa de un pequeño carnívoro que trae de cabeza a los vecinos de la zona. Y no es para menos porque en apenas un mes ha sido el responsable de siete ataques en tres explotaciones. “Y todos concentrados en un radio de un kilómetro”, explica.
En su caso, el meloncillo primero atacó a una de las novillas jóvenes que tiene cuando estaba pariendo. “Se aprovechan del momento en que se tumban para parir porque una vaca con más experiencia se levanta y se defiende. La novilla ahora ya no puede criar porque le comieron las ubres, así que tendrá que ir al matadero”, asegura. La segunda “visita” de la alimaña la sufrió hace apenas unos días, cuando atacó a un becerro al que le comieron la lengua y el hocico. “En el día que lo dejé mientras llegaba el camión para recogerlo terminaron por devorarlo entero... ahora solo queda el espinazo”, cuenta.
El ganadero no puede ocultar su disgusto, ni tampoco su enfado, cuando habla de la situación que está viviendo. “Me siento completamente impotente porque encima es un animal al que no se le puede tocar. Está protegido y no tiene ningún depredador en toda esta zona así que cada vez se ven más”.
Juan recuerda que la primera vez que oyeron hablar de ellos fue hace tres o cuatro años cuando los colmeneros de la zona advirtieron a los ganaderos del problema que había ya en Extremadura. Poco tiempo después comenzaron a verse por allí. “Al principio eran los cazadores los que nos decían que habían visto alguno, pero eran pocos y costaba verlos, pero ahora todo ha cambiado y los puedes ver por los caminos tranquilamente, igual que ves a los jabalíes”, protesta.
”Es un bicho peligroso porque son como comadrejas, pero con unos dientes más grandes que los de un perro”, continúa explicando el ganadero de San Esteban, que sigue sin entender la actitud de la Junta. “Si quieren lobos, jabalíes o meloncillos que se hagan cargo de ellos porque son los responsables de la fauna salvaje, igual que yo soy responsable si mis animales provocan algún daño”, insiste.
En San Esteban la presencia de este pequeño depredador es hoy el tema de conversación entre los ganaderos, que han tenido que redoblar la vigilancia en sus explotaciones. “Tengo todavía un par de novillas ‘nuevas’ que faltan por parir y ya estoy pendiente para encerrarlas en la nave que utilizo para los saneamientos. Al final te obligan a convertirte en un guardián porque no estás tranquilo”.Desde UPA denuncian que la inacción de la Junta con el meloncillo acabará agravando los problemas que ya sufren los ganaderos por esta especie invasora que ha llegado para quedarse.
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