La lagarta ataca de nuevo en la provincia devastando algunas zonas

La oruga conocida como lagarta se ha hecho fuerte en la comarca del Sangusín devorando en las últimas semanas grandes superficies arboladas de robledal. Una situación que ha provocado la alarma entre vecinos de la zona, que han comunicado la situación a los agentes forestales de Béjar, aunque a estas alturas ya no se puede aplicar ningún tratamiento como sí se ha hecho en otras zonas de la provincia.

En este caso, ni los propietarios de las fincas ni las administraciones han tomado cartas en el asunto y algunas zonas han quedado devastadas. Sin embargo, el problema tiende a remitir de forma natural y algunos robles han comenzado a rebrotar por segunda vez este año.

Tal y como avanzó LA GACETA, la asociación de propietarios forestales Asfosa ya ha terminó a primeros de junio los tratamientos de este año, que en algunas zonas se han visto dificultados por el viento. Aún así, se ha actuado en zonas como Sando, Villalba de los Llanos o Tabera de Abajo en zona de encina, aunque también algún roble.

En el caso del Sangusín, el entorno de Valdefuentes de Sangusín y Cristóbal es la zona más afectada, aunque se encuentran algunos árboles con daños similares hacia localidades del entorno, como pueden ser Horcajo de Montemayor o Valdelacasa. También en la zona de Valbuena-Aldeacipreste se han encontrado árboles afectados. Todo apunta a que la falta de precipitaciones y las temperaturas han permitido que prolifere la lagarta en una zona generalmente más húmeda que otras zonas de la provincia.

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