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Paradinas de San Juan es el pueblo con más vacas de leche de Salamanca, con explotaciones que además tienen la peculiaridad de mostrarse el camino unas a otras para avanzar en conjunto y seguir viviendo de este sector. En esta localidad están las explotaciones más avanzadas de la provincia en tecnología porque, explica uno de los ganaderos, “no es fácil encontrar mano de obra; nos dábamos cuenta de que además el que trabaja siempre es el dueño aunque tengas gente: siempre hay que limpiar aunque sea domingo y los robots son una solución”.
Una de los últimos fichajes tecnológicos es un robot tipo “conga” que se programa para la limpieza de los pasillos. Pasa constantemente por ellos y absorbe líquidos que luego descarga en un foso para volver al punto de recarga. Las vacas no se asustan de su presencia, comenta Roberto Yagüe, su propietario, y para ellos supone la tranquilidad de ver la explotación limpia con el único esfuerzo de quitarle luego los tornillos de la tapa superior y pasarle la manguera.
En su explotación, Labajo Boda S.L., tampoco faltan los robots de ordeño -tienen dos (cada uno trabaja con 60/70 vacas)- lo que les ahorra mucho tiempo. Las vacas entran cuando les toca el ordeño -si no es así el robot las rechaza- y luego comen allí la ración de pienso que corresponde a cada una en función de sus características y producción lechera.
Otro ganadero de Paradinas de San Juan tiene también otro robot que acerca el pienso a las vacas cuando les falta. Y en las explotaciones de este municipio es muy difícil que falte el cepillo para masajes de las vacas, porque los ganaderos tienen claro que cuanto mejor estén sus animales, más leche producen.
Y desde hace más de 20 años lo que no falta en las explotaciones de vacuno de leche son los tanques de nitrógeno líquido donde se guardan las dosis de semen que están conservadas a temperaturas de menos 195,8 grados centígrados.
“Yo creo en un futuro con robots y explotaciones grandes”, señala Roberto Yagüe, y, como él, la mayoría en Paradinas.
En este municipio cada avance se comparte, y quizás sea uno de los motivos por los que han resistido las diferentes crisis del vacuno de leche y aún superan los 2.300 ejemplares en el municipio, una cifra que también les garantiza la recogida de leche. Ahora explotaciones como “Labajo Luis soc. coop.” han logrado también, con mucho esfuerzo en controles, conseguir leche certificada porque ven que es la forma de lograr un mejor precio para la leche. Por supuesto que en un pueblo como este, su experiencia positiva ya ha llegado a los demás ganaderos, a los que animan a unirse en este nuevo esfuerzo porque ellos lo ven rentable.
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